Hace sesenta años, los tres hermanos Meseguer dejaron Murcia (España) para expandir el comercio de cítricos de su región a los puestos de los mercados parisinos. Hoy en día, Ets Meseguer está sita en Rungis y continúa vendiendo cítricos españoles.
Los hermanos Meseguer empezaron con cítricos de Valencia y Murcia. "Nosotros continuamos con los mismos productores e incorporamos otros más para ampliar el surtido. También trabajamos con productores de Argentina y Sudáfrica" cuenta Benoît Maillard-Guillon, de Ets Meseguer. "Los cítricos suponen el 80% del surtido de la empresa, que también ofrece frutas de hueso, uvas sin pepita y aguacates.
Según Benoît, el mercado citrícola se divide en dos categorías. "En primer lugar, ofrecemos productos de alta gama que vendemos con la marca Revelation. En este sector, todo va muy bien. Las ventas son regulares, los clientes son leales y, como la calidad siempre es alta, siempre tenemos buena demanda. Nuestros productos de alta gama los compran principalmente mayoristas del mercado francés, así como comerciantes parisinos que buscan productos superiores, tales como las mandarinas Orri o naranjas más dulces. También exportamos pequeños volúmenes al mercado europeo".
No obstante, en el mercado más estándar, es mucho más complicado. "Vamos a hacer el cambio a la temporada de primavera y verano con melones, fresas, melocotones y nectarinas. Nuestros clientes quieren cambiar o estimular su departamento con productos nuevos y para entonces los cítricos, las manzanas y las peras pasarán un poco a segundo plano en los lineales".
"Los franceses están acostumbrados a los cítricos españoles y los productos siempre tienen muy buenos resultados. En el caso de la fruta de hueso, la cosa cambia un poco. A comienzos de la temporada, la fruta española tiene demanda porque es la más temprana. Además, la maduración del producto español es más controlable que la del producto marroquí. Sin embargo, en cuanto llegan las primeras frutas de hueso francesas, las frutas españolas ya no tienen demanda, pese a que su calidad suele ser superior", explica Benoît.
Según él, los limones argentinos tienen cada vez una calidad menor. "Me pregunto si, desde hace algunos años, las frutas bonitas van a otra parte en vez de a Europa. Por suerte, los limones sudafricanos son mucho mejores. Dentro de dos semanas acabaremos con los Primofiori y pasaremos a las nuevas limas, la variedad Vernas".
"Para nosotros, las expectativas del consumidor final son fundamentales. La fruta siempre debería tener el mismo sabor, la misma calidad, el mismo color y el mismo aspecto; nosotros no mezclamos huertos ni orígenes. Es un trabajo muy concreto, pero, en mi opinión, esta forma de trabajar es el futuro. Cuando lleguemos a la cima, es posible que hagamos también el trabajo convencional".
"Nuestros clientes confían en nosotros y la mayoría de ellos amplían su surtido cada año: empiezan con clementinas y unos años más tarde piden mandarinas, limones, pomelos, naranjas y nectarinas. Nuestra meta es complacerlos".
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