"Los productores chinos se están quejando de una caída en la producción de alrededor del 50-80%. Los medios de comunicación han informado sobre los problemas causados por la podredumbre de la raíz, pero es difícil creer que la situación haya afectado tanto al producto. Parece un intento de condicionar el mercado", informa Antonio Tuccillo, director de Agrimpex Farming Srl, que se especializa en la distribución de ajo en el mercado italiano.
"Esta primavera logramos evitar un desastre gracias a las ventas a Sudamérica. Es difícil determinar las cantidades disponibles, pero definitivamente hay oferta sin vender (50% más que el año pasado). Si faltara ajo en China, las producciones europeas, así como las de EE. UU., México y Sudamérica podrían beneficiarse. Debemos tener en cuenta que los volúmenes son excesivos en toda Europa".
Respecto a los nuevos mercados de exportación o las diferentes preferencias de los consumidores, Tuccillo informa de que no se han señalado. "En realidad, con el último cierre de los EE. UU., todos los países productores deberían pensar en su propio consumo interno".
"Los precios reflejan la situación, ya que las cotizaciones son bajas y no son satisfactorias".