"En el noroeste de Brasil, tuvimos que cancelar 2 aviones de carga. Uno de Lusthansa, que salía de Netal el domingo 27, y otro de Cagolux desde Petrolina el lunes 28 de mayo. Cada uno de estos aviones de carga tiene una capacidad de alrededor de 100 toneladas por vuelo. En nuestra empresa, hemos sufrido grandes pérdidas debido a esta huelga. Más de 400 toneladas de productos están atrapados en algún lugar", comienza Donato, de Cargolink Logistic.
Donato explica que la huelga es el resultado de los altos precios del combustible. "Un litro de gasolina costaba 5,00 reales (1,15€) antes de la huelga. Ahora los precios han aumentado enormemente, debido a la escasez en las gasolineras, hasta 9,00 reales (2,07€) por litro. Los camioneros decidieron convocar la huelga el 21 de mayo y todavía no se sabe cuándo acabará. Creo que debería terminar pronto, pues al mercado interno le faltan alimentos y productos básicos. Esto no puede durar mucho más".
También se ha comentado en la prensa local y nacional sobre las estanterías vacías en los supermercados. Además, en muchos artículos se menciona que los brasileños se quejan de los políticos corruptos, incluido el propio presidente Temer. No hay muchos brasileños a favor del presidente y gritan pidiendo ayuda e incluso pidiendo una intervención militar.
Hoy es el décimo día de huelga, que comenzó como una huelga de camioneros a nivel nacional contra el combustible. Según un artículo publicado en The Guardian, las gasolineras han comenzado a recibir cargas completas y algunos camioneros han regresado al trabajo. José López, líder de la Asociación de Conductores de Camiones de Brasil, advierte: "Hay un grupo muy fuerte de personas que se han entrometido en la huelga, queriendo derribar al gobierno".