Ferme La Motte: nueva línea de clasificación y envasado de cebollas

En el corazón de Beauce (en el centro de Francia), La Motte cosecha, envasa y vende 50.000 toneladas de productos al año. Una parte sustancial –en torno a 17.000 toneladas– son productos agrícolas ecológicos. La empresa está dirigida por cinco hermanos y primos de la familia Lemaire y factura 50 millones de euros anuales, el 70% de los cuales procede de los grandes supermercados.

"Nuestra meta es ser un socio de confianza y constante para nuestros clientes", dice Matthieu Lemaire, uno de los hermanos. "Además de ofrecer precios atractivos, es importante poder servir en cualquier momento sin romper la cadena. Como somos un negocio familiar, podemos ofrecer fiabilidad y continuidad, pero también un servicio rápido".

La Motte comenzó a trabajar con Eqraft –que entonces operaba con el nombre de ERC Machinery– a finales de la década de los 90. La empresa buscaba una máquina que calibrara sus escalonias (un cruce entre cebolla y chalota). "Por aquel entonces, la escalonia era nuestro producto más prometedor y ERC tenía la máquina que necesitábamos", recuerda Matthieu. El primer pedido fue el inicio de una colaboración que continuaría desarrollándose a la par que creía la firma francesa.

Ya necesitara una simple máquina despuntadora, una línea completa de envasado o una herramienta de trazabilidad, La Motte siempre ha buscado asesoramiento en Eqraft para sus proyectos de expansión o para la sustitución de sus máquinas. "Los dos somos negocios familiares, por eso, seguramente, nuestra colaboración funciona tan bien", opina Matthieu.

"Los holandeses no son siempre las personas con las que más fácil se trabaja, pero en Eqraft reconocen la importancia de la satisfacción del cliente y el aspecto humano de las relaciones de negocios, igual que nosotros. Lo que siempre he agradecido es que puedo llamar a Gerard, el director, sin dudar. Eso ahorra tiempo durante las negociaciones o cuando hay un problema técnico".

Matthieu aprecia los profundos conocimientos que Eqraft pone sobre la mesa. "Los Países Bajos son los mayores exportadores de cebollas. Eqraft conoce perfectamente el mercado y sus demandas, así como los últimos avances tecnológicos. Por eso pueden ofrecer soluciones innovadoras en automatización. No importa lo que pidamos, siempre nos ayudan a avanzar", explica. También subraya la importancia de un buen servicio posventa, puesto que, hoy en día, las máquinas están intercomunicadas mediante un complejo e intrincado software. "El nivel de servicio ofrecido por Eqraft es más alto que el ofrecido en Francia. Siempre ha alguien disponible para echar una mano". En muchos casos, un defecto se puede solucionar a través de internet, pero si es necesario, se puede presentar el equipo de servicio in situ rápidamente.

"Si mi línea de producción se tiene que pausar, supone un enorme problema para mi empresa. Eqraft lo entiende. Se asegura de que las cosas se solucionen rápido y meticulosamente, y, de ser necesario, viene el director en persona. El nivel de servicio es fantástico", añade Matthieu.