En los últimos años, han llegado al mercado más variedades de cerezas. Las importadas son: cerezas de verano estadounidenses, canadienses, chilenas de invierno, cerezas neozelandesas y australianas. En China también se cultivan cerezas a gran escala en los siguientes lugares: ciudad de Yantai (provincia de Shandong), ciudad de Dalian (provincia de Liaoning), el valle de las cerezas de la provincia de Shaanxi, el condado de Wenchuan (provincia de Sichuan), el condado de Ganzi y la ciudad de Chongqing. Las cerezas ya no son una fruta de lujo, sino una nueva opción para la gente corriente para su día a día.
Turquía es el lugar de origen de las cerezas dulces. Gracias a su buen suelo y su buen clima, todo el país resulta adecuado para la plantación de cerezas. Como muestran las estadísticas del Ministerio de Agricultura turco, el volumen de producción de cerezas ronda las 450.000 toneladas por año. Turquía es el mayor productor de cerezas del mundo. Sus inviernos no son fríos y la primavera no es larga, y las cerezas permanecen en el mercado en torno a dos meses.
En los últimos años, China y Turquía han firmado un protocolo de requisitos fitosanitarios para la exportación de cerezas turcas a China. El 3 de julio de 2017, La Administración General de Supervisión de la Calidad de China actualizó la lista de frutas autorizadas para la importación, a la que se incorporaron las cerezas turcas.
Si bien Turquía es el país que más cereza produce, el volumen de exportación sigue siendo menor que el de Chile y Estados Unidos. Cada año, Chile produce algo más de 100.000 toneladas de cerezas, 80.000 toneladas de las cuales las consumen los chinos. Teniendo en cuenta que la mano de obra es relativamente barata en Chile, el precio de las cerezas chilenas, comparado con el de las estadounidenses o canadienses, es muy competitivo. El primer lote de cerezas turcas llegará muy pronto a China tras aprobarse su acceso al mercado.
Fuente: Brand No.1