Según el ministro de Agricultura, la falta de luz solar, el calor y el exceso de lluvia provocarán una reducción del rendimiento del calabacín. Más de dos tercios de la producción está al aire libre, por lo que no cabe duda de que se verá afectada por las condiciones meteorológicas. La superficie ha disminuido (un 1% en un año) y ya se esperaba una producción menor que la registrada el año pasado. En consecuencia, los precios subieron a lo largo de mayo.
Las pequeñas plantaciones de la región de PACA están teniendo dificultades para encontrar productores que se encarguen de las fincas. El sureste es la principal región productora, pero ha perdido el 8% de los campos de calabacín en cinco años. El ministro de Agricultura ha anunciado que "la producción nacional de calabacín (112.600 toneladas) disminuirá un 2% este año y un 8% en comparación con la media 2013-2017". Está previsto que la producción alcance su pico en julio. Los precios, que suelen ser estables a estas alturas de la temporada, se han incrementado un 7% con respecto al año pasado y un 10% con respecto a 2013-2017. Las importaciones se mantienen estables, principalmente de España (el 70% del volumen) y Marruecos (el 25% del volumen).