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China busca sustitutos turcos para los productos agrícolas estadounidenses
Este viernes, las tensiones comerciales que se han ido acumulando entre las dos mayores economías mundiales estallarán en una guerra comercial en toda regla, pues Washington se prepara para imponer nuevos aranceles en productos chinos con un valor de 34.000 millones de dólares.
Pekín ha prometido responder dólar por dólar con la aplicación de un nuevo arancel a productos estadounidenses como las cerezas, la soja, los automóviles, la carne de cerdo y el whisky, de forma que quedarán en desventaja frente a sus rivales mundiales.
En la lista de Washington abundan los productos tecnológicos, mientras que Pekín ha colocado en la línea de fuego a los productos agrícolas estadounidenses, un tema sensible políticamente. Para mitigar los efectos de esta medida en el país, Pekín busca alternativas. Así, según Zhao Xiaoyu, comerciante de Pekín, los consumidores chinos comerán cerezas nacionales mientras China busca importar de otros países, como Turquía.
La inminente guerra comercial también tiene preocupados a los comerciantes y productores de los Estados Unidos. El secretario de Estado Wilbur Ross fue informado el mes pasado de que los productores con 1,5 millones de cajas de cerezas listas para China habían entrado en pánico. Les preocupaba que las cerezas fueran a terminar apiladas en el muelle o pudriéndose en los almacenes por las represalias de China.
Zhao, el importador de cerezas de Pekín, dice que los contratos existentes para la cosecha de cereza de este año complicarían el detenimiento inmediato de las compras de cerezas estadounidenses. Sin embargo, "si perdemos algo de dinero en los cotnratos de este año, no hay nada que podamos hacer. Si el año que viene continúa, iremos directos a Turquía y Uzbekistán".
Dailysabah.com señala que Turquía, el primer productor y el tercer exportador mundial de cerezas, se propone convertirse en el principal accionista del mercado chino, uno de los mercados de consumo más grandes del mundo.