China, con diferencia el mayor productor mundial de ajo, es quien pone las condiciones en el mercado global. Los rumores sobre problemas con el cultivo y posibles pérdidas se están tomando con relativa calma en el mercado internacional, aunque se sabe que los importadores están controlando con más atención sus flujos de importación y que están importando más de otros países para evitar problemas. Los productores argentinos tienen dificultades para mantener su posición en el mercado mundial. Debido a los altos costes y a la competencia de otros países, corren el riesgo de perder su capacidad para competir. Los productores israelíes están frustrados por los aranceles de importación, que solo permiten importar si los precios son muy altos. Los productores españoles esperan una buena temporada y ya notan que los importadores europeos se están cambiando al ajo español como precaución.
En las últimas semanas se ha armado revuelo en el mercado por las enormes pérdidas que ha sufrido el sector chino del ajo. Al parecer, los productores podrían haber perdido entre el 50% y el 80% de su cosecha por una enfermedad de las raíces. No es la primera vez que llega este tipo de mensajes de China para intentar influir en el mercado. Un comerciante italiano dice que "parece poco probable que se haya perdido tanto; parece más bien un intento de influir sobre el mercado".
El valor del mercado del ajo ha seguido un patrón errático en los últimos años. Los años de crecimiento se alternan con descensos repentinos. No obstante, en términos de volumen, el consumo ha crecido un 3,2% al año entre 2006 y 2016, con 26,5 millones de toneladas consumidas en 2016, según un reciente informe de Indexbox. Este informe asegura también que el consumo seguirá creciendo hasta situarse en 31,1 millones de toneladas en 2030.
La India y Bangladés lograron su mayor crecimiento en 2016: un 6,5% y un 7,4%, respectivamente. Los primeros puestos de la clasificación de los mayores productores del mundo los ocupan China, la India, Bangladés y Egipto. Tan solo China supone ya el 75% de la producción mundial. Los principales importadores de ajo en 2016 fueron Indonesia, Brasil, Malasia y los Estados Unidos.
China: Información poco clara sobre la nueva temporada
El volumen de producción de ajo en China alcanzó su pico en los dos últimos años, lo cual se ha reflejado en un descenso global del precio. La nueva cosecha llegará al mercado a mediados de mayo desde la principal zona de cultivo del país: Shandong. De acuerdo con los medios locales, las exportaciones alcanzarán su máximo debido al bajo precio local, de alrededor de 0,60 dólares por kilo, seguramente causado por la necesidad de despejar las cámaras para la nueva cosecha. Las perspectivas para el ajo que sigue en el campo son menos claras. Existe consenso en que las cámaras frigoríficas están llenas todavía de la cosecha de la temporada anterior, y que la nueva cosecha será comparable a esta o incluso mayor. Mientras, los rumores hablan de la presencia de la podredumbre blanca, una enfermedad que infecta las raíces de las plantas. Supuestamente, se ha detectado en los campos de Jinxiang, en la provincia de Shandong. Algunos productores temen perder hasta el 60% de la cosecha, lo que podría elevar los precios de exportación. Los rumores no han sido confirmados por los medios locales o las asociaciones sectoriales. Además, la podredumbre blanca se propaga con lentitud, transmitida mediante las máquinas o semillas infectadas. Por tanto, se cree que la posibilidad de que esto tenga un efecto a gran escala es bajo.
El ajo chino de contrabando perjudica al mercado boliviano
El ajo chino que se introduce de contrabando en el país está dañando al mercado. Este ajo es un 40% más barato que la producción nacional, lo cual afecta negativamente a los productores bolivianos. Un comerciante recuerda que el ajo chino llegó al país hace cuatro años. "Tiene buen aspecto, pero carece de sabor", afirma. El único motivo de que se venda es el precio.
Si bien el ajo de China está disponible todo el año, se comercializa en Bolivia sobre todo en los meses de invierno, cuando no hay producción en Tarija y Cochabamba. También llegan importaciones de Perú, pero los comerciantes dicen que son envíos pequeños. También el ajo peruano llega principalmente en los meses de invierno.
El sector argentino lucha por mantener su posición
El ajo se puede cultivar en todo el país. La región de Mendoza cuenta con alrededor de 1.500 productores, tres cuartas partes de los cuales tienen una superficie de menos de 15 hectáreas. La temporada de exportación va de octubre a septiembre. Según un comerciante, el precio este año es suficiente para cubrir pérdidas y la mayoría de la producción se exporta para poder mantener esos mercados. Argentina es el tercer mayor productor de ajo, por detrás de China y España. Un comerciante dice que la India ocupará el tercer lugar en los próximos años, y empujará a Argentina a la cuarta posición.
Los productores están intentando reducir los costes para ganar competitividad en el mercado mundial. Como indica un comerciante, la temporada actual ha sido difícil debido a la feroz competencia en el mercado mundial y los bajos precios tanto en el mercado internacional como en el nacional. "España se ha convertido en un importante competidor para nosotros", dice un productor. El choque se produjo por primera vez en el norte de Europa, pero ahora la batalla se ha extendido a los Estados Unidos, a los mercados asiáticos y a Brasil. Desde principios de este año, el mercado colombiano tiene abiertas las puertas al ajo argentino.
Los productores israelíes, frustrados por la importación
Normalmente, el mercado israelí es muy estable, pues toda la producción de ajo se vende en el mercado interno y la demanda es fácil de predecir todo el año. Debido a que la temporada es corta y que el ajo se puede cultivar en todo el país, la escasez es algo bastante excepcional. Así, pues, los precios se mantienen estables en 1,50-2,50 euros por kilo.
En los últimos años, el Gobierno ha empezado a permitir la importación de ajo para bajar los precios al consumo. Durante algunos periodos del año, cuando el precios es alto, se importa ajo, lo cual ha surtido el efecto deseado sobre los precios. Sin embargo, los productores israelíes se sienten frustrados. Las campañas para persuadir a los consumidores de comprar el producto nacional han dado poco resultado.
El sector español se beneficia de los rumores chinos
Dentro de unos quince días comenzará en Córdoba la nueva cosecha de ajo. Las perspectivas son buenas, aunque los rendimientos serán ligeramente más bajos por la abundancia de días nubosos. Las lluvias de marzo tuvieron un efecto positivo, pues los productores no tuvieron que regar demasiado los cultivos. A diferencia del año pasado, la temporada va a comenzar con stocks del año pasado.
El ajo chino compite con el ajo español en precio, pero un comerciante explica que los importadores europeos se están decantando por el ajo español por los supuestos problemas que están afectando a la producción china. La superficie española se mantiene estable, aunque por regiones, parece que se ha reducido un 1,2% en Castilla-La Mancha, sobre todo como consecuencia de la sequía. Por el contrario, la superficie ha crecido en Andalucía y Castilla y León. El año pasado, las exportaciones ascendieron a 165.874 toneladas, un 2% más que en 2016.
Italia: Los precios bajos son un reflejo de la situación del mercado
Los rumores de escasez en China no están teniendo mucho efecto en Italia. Los comerciantes mantienen la calma y lo consideran un intento de influir en el mercado. Un comerciante afirma que esta primavera las importaciones de producto latinoamericano han provocado grandes problemas. "Es difícil saber cuánto stock le queda a China, pero si hubiera escasez, los productores europeos se beneficiarían. Los productores de los Estados Unidos, México y Sudamérica también podrían sacar partido de la escasez china". El precio refleja la situación del mercado, según un importador: es bajo e insatisfactorio.
El ajo español sustituye al ajo chino en el retail alemán
En el retail alemán, el ajo que se está vendiendo ahora procede de Egipto, China y España. Los primeros lotes españoles de la nueva cosecha se esperan en el mercado alemán en la primera semana de mayo. Hasta entonces, se seguirá comercializando la cosecha vieja. Está previsto que para ese momento se haya vendido prácticamente toda la producción de la anterior cosecha española.
Los precios se han mantenido por debajo de la media todo el año, en especial los de la producción china. Sin embargo, pueden variar de manera considerable en función de la variedad. Aunque los precios chinos se siguen considerando referencia para el resto del mundo, las zonas de producción europea están ganando terreno. Las variedades españolas Spring y Morado, por ejemplo, tienen cada vez más presencia en el retail alemán, en detrimento del ajo blanco, aunque los discounters siguen prefiriendo las variedades blancas baratas de China por el precio. Por otro lado, la demanda de ajo negro y ajo ahumado ha crecido ligeramente. Los comerciantes opinan que los consumidores alemanes han aumentado claramente su interés por el ajo en la última década, lo que se ha traducido en un mayor consumo por persona e incluso en cultivo en algunas regiones, como el Palatinado y el Bajo Rin.
Las existencias de ajo se han agotado en Francia
Los franceses hace ya un mes o dos que se han quedado sin existencias, según el portavoz de una cooperativa de productores. En estos momentos, el ajo que se encuentra a la venta es de origen español y argentino, principalmente. La cosecha francesa regresará a finales de julio o comienzos de agosto. La demanda de ajo es buena.
Países Bajos: Gran stock de ajo chino en las cámaras frigoríficas
Los importadores informan de que todavía queda un gran stock de ajo chino en las cámaras frigoríficas. Desde principios de año, el ajo se ha abaratado y esta tendencia continuará hasta que se venda todo el producto. La calidad es buena, pero por el retraso de las ventas, se tienen que vender más lotes. A mediados de mayo, comenzará la cosecha de ajo nuevo en china, que llegará a Europa de nuevo en verano. Los importadores están sorprendidos de que los precios se fijen en China, pero también saben que este mercado ya no está en manos de los productores, sino de los especuladores.
EE. UU.: Los precios del producto convencional tienden a la baja, los del producto ecológico, al alza
En la actualidad hay tanto ajo chino en el mercado de Los Ángeles que un comerciante afirma que la situación es de sobreoferta. Además de volúmenes chinos, también hay producto importado de Argentina, "aunque no haya tenido su mejor producción este año", apunta. Este año, la demanda de ajo argentino es decepcionante. Además de ajo de orígenes lejanos, también hay ajo nacional. California está en el mercado y pronto comenzará la temporada en el vecino México. "Las perspectivas del ajo californiano son buenas y los clientes no tendrán que optar por los productos argentinos", afirma el comerciante.
El año pasado había muy poca oferta; este año, sin embargo, hay de un 20 a un 30% más de volumen disponible. El panorama es muy distinto en lo que al ajo ecológico se refiere. Su oferta es ligeramente más baja que el año pasado, con la temporada argentina finalizada y con la llegada del primer ajo morado de Baja California, México. Debido a la gran oferta de ajo chino barato, el precio es bajo. El ajo argentino apenas rinde nada, según un comerciante. Todo como consecuencia de la escasez de ajo chino hace unos años. Por aquel entonces, se importaba más de otros países y ahora que el volumen chino ha vuelto a la normalidad, la importación de esos países no ha mermado. En cuanto a precios, las cotizaciones del ajo ecológico tienden al alza. En comparación con el año pasado, los precios son en torno a un 10% más altos. No obstante, la llegada del ajo blanco mexicano, prevista a principios de junio, podría dar lugar a rápidas bajadas de precios.