"Hoy en día las subastas son el sistema más justo"

"Las ventas en las subastas están ganando importancia de nuevo. Con el clima cada vez más impredecible, producir bajo contrato es cada vez más difícil", según Dominiek Keersebilck, director comercial de los subastadores belgas, REO Veiling. "Un número cada vez mayor de agricultores prefieren la producción por contrato. Últimamente, sin embargo, han comenzado a regresar al mercado de subastas lentamente. Un buen ejemplo es la situación en el mercado de la patata. Estamos seguros de que los precios de la subasta son correctos, en función de la oferta y la demanda. Los compradores y los productores también son transparentes en cuanto a la compra y la venta".

REO Veiling es muy conocido por su subasta de productos de suelo. Sin embargo, la proporción de frutos rojos está aumentando drásticamente. "Los frutos rojos son muy populares y la demanda es cada vez mayor. Existe una tendencia hacia las hortalizas 'olvidadas', así como hacia los 'superalimentos', la col rizada, las judías y las setas. Los puerros siguen siendo actualmente el producto más importante. Se venden sesenta millones de kilogramos por año, aunque esperamos que los tomates se pongan a la cabeza", dice Keersebilck. Las hortalizas como la achicoria, la lechuga de invernadero y la coliflor están perdiendo popularidad. Pero, los productos de conveniencia como las hortalizas precortadas están ganando terreno.

Varias instituciones en Bélgica quieren que la población coma más frutas y hortalizas. El consumo, sin embargo, está creciendo lentamente, debido a varias tendencias en los últimos años. "El mercado está cambiando. En 2012, decidimos implementar una política de marca para estimular el consumo activamente. En REO, tenemos las marcas Flandria, Tomabel y Fine Fleur. La etiqueta Fine Fleur es utilizada por los productores que han optado por producir de forma tradicional, poniendo el foco en el conocimiento, el gusto y la presentación", explica Keersebilck.

Este año, REO Veiling se centra en su mercado belga local y en el francés. "La población de nuestro país vecino está creciendo. Sin embargo, su superficie agrícola está disminuyendo. Nos encontramos a 30 km de la frontera, y estamos reclutando productores franceses que también produzcan para el mercado francés. Los franceses son exigentes y prefieren comprar productos locales, por lo que nos enfocaremos en eso", dice el director comercial de la empresa. "Recientemente hemos invertido en una planta de lavado de cajas. La casa de subastas también planea instalar una planta para optimizar el procesamiento de subproductos, para que el desperdicio de alimentos sea limitado", concluye Dominiek.