Después de que la moneda sudafricana alcanzara recientemente su punto más bajo en diez años, las malas noticias sobre la economía provocaron que la tasa de cambio cayera aún más el pasado martes. La moneda ya estaba en una situación desesperada, en parte debido a la incertidumbre respecto a los mercados emergentes.
La noticia de que la economía sudafricana se había reducido en un 0,7%, disminuyó aún más el tipo de cambio del rand. El 4 de septiembre, el tipo de cambio cerró en 17,97 rand por euro. A principios de este año, el 22 de febrero, el rand mostraba una tasa de 14,20 por euro, pero la caída del 0,7% en la economía es menos optimista. Sudáfrica ha entrado oficialmente en una recesión debido a la cifra de crecimiento negativo, después de un descenso del 2,6% tras el primer trimestre de este año.
La agricultura, la silvicultura y la pesca registraron una disminución considerable del 29,2%, que afecta a un descenso del 0,8% en el PNB. El sector de transporte, almacenamiento y comunicación también lo ha sentido, con una pérdida del 4,9%. El sector de restauración y hotelería recibió un golpe del -1,9%.
También se ha informado de cifras positivas, aunque son mínimas. La minería creció un 0,4% durante el segundo trimestre. Y el sector financiero, inmobiliario y de servicios también reportó un aumento del 0,4%. Sin embargo, esto no fue suficiente para compensar las pérdidas en los otros sectores. Los temas que están influyendo en la economía se están dejando en segundo plano. Los analistas mencionan la incertidumbre en varios sectores.
"La economía aún es débil, en parte debido a la incertidumbre sobre las políticas. Las inversiones en producción y desarrollo se ven obstaculizadas por la incertidumbre respecto a los estatutos mineros y las reformas agrarias", dijo un analista a Reuters. Además, el país recientemente experimentó momentos difíciles durante los cuales el presidente Zuma tuvo que dimitir debido a la corrupción, el fraude, la extorsión y el blanqueo de dinero.
El rand sudafricano no es la única moneda que tiene problemas. Las monedas de otras economías emergentes también se ven afectadas por el nerviosismo en los mercados financieros. La lira turca y el peso argentino son dos ejemplos de monedas que han disminuído en las últimas semanas. Las (inminentes) guerras comerciales iniciadas por el presidente estadounidense Trump no traen claridad a los mercados financieros.