"Las heladas han afectado a un 80% de nuestra producción propia", cuenta Germán Gómez, gerente de Persimon Select. “Las heladas del año pasado ya nos dejaron sin fruta en la última etapa de la campaña y las heladas en primavera de este año, al igual que el pedrisco, han mermado significativamente nuestra producción, que se encuentra entre las principales zonas de cultivo de caqui".
De acuerdo con el productor y comercializador, los efectos de estas adversidades climatológicas también podrían influir negativamente en los precios de venta en el mercado, a pesar de haber menos volúmenes disponibles.
"Además de la fruta que se ha perdido directamente, hay grandes cantidades de caqui que podrían ser vendidas como producto de segunda categoría por las marcas del pedrisco en la piel. Si el mercado se llena de producto de segunda, pueden pasar dos cosas: o bien que los precios de esta fruta dañada arrastren consigo a las cotizaciones de la fruta de primera categoría o categoría extra; o bien que la diferencia de precios sea muy marcada entre las categorías. Todavía hay incertidumbre", señala Germán Gómez.
Desde este domingo y al menos hasta mediados de esta semana, vuelven a haber fuertes chubascos que podrían afectar también al desarrollo de la cosecha y a la calidad de la misma. "Estas lluvias impedirán que muchos agricultores lleven a cabo los tratamientos en el campo para la aceleración de la maduración de la fruta y los que ya los han hecho, igualmente tendrán recolectarán más tarde. Por esta razón, preveo que el arranque de la campaña sea lento y haya pocos volúmenes en las primeras semanas".
Los precios de compra de kaki en campo, de acuerdo con las previsiones de cosecha actuales se ubican en torno a los 38 céntimos el kilo de media en estos momentos.
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German Gómez
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