La comisión de finanzas de la Asamblea Nacional ha aceptado la propuesta de Charles de Courson para poner impuestos sobre las bolsas de plástico no biodegradables para verduras y frutas. Charles de Courson espera que esta regla hará que todo el mundo use bolsas biodegradables que son más caras, pero mucho mejores para el medio ambiente y también quiere ayudar al desarrollo de alternativas más ecológicas, que apoyan el desarrollo de las empresas.
Sin embargo, la nueva norma desagrada a los productores. La FCD, bonos de empresas de Comercio y Distribución, y UNFD, la Unión Nacional de movimientos sindicales de los minoristas de frutas y verduras, han mostrado cuáles son las consecuencias de un impuesto sobre las bolsas de plástico actual. Según ellos este impuesto asciende a 500 millones de euros al año, lo que puede lograr un aumento de precios del 5%. Cuando los franceses se preocupen por su poder adquisitivo, una inflación en los precios de los alimentos limitará el consumo y violará la política de salud pública.
Por otra parte, el hecho de que las bolsas de plástico actuales tengan que ser sustituidos por bolsas biodegradables supondrá triplicar o cuadruplicar el precio de cada bolsa. Esto no es fácil para el sector el cual ha tenido una crisis múltiple este año. Además, la FCD y la UNFD dudan de el efecto real sobre el medio ambiente con las bolsas biodegradables. La producción actual de estas bolsas no es bueno para el medio ambiente por un largo periodo, ya que hay un consumo de energía enorme y grandes emisiones de CO2. En total, 12 mil millones de bolsas se usan para de frutas y verduras al año y son necesarias por razones de higiene y seguridad.
Valérie Pécresse, Ministra de Presupuestos indica que no está en contra de la propuesta de los impuestos sobre las bolsas de plástico no biodegradables, pero lamenta su construcción económica. La nueva propuesta debe comenzar el 1 de enero de 2014.