Basándose en la información de 268 agricultores de 17 estados de los Estados Unidos, el informe dice que más del 30% de los agricultores que desean producir cultivos ecológicos se han encontrado con la presencia no deseada de OMG en sus campos o han sospechado de ella, según el informe realizado por Food & Water Watch y la Organic Farmers' Agency for Relationship Marketing (OFARM).
El informe está motivado por el plan de "mejora de la coexistencia" de los cultivos con OMG y sin OMG que el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, por sus siglas en inglés) ha sometido a observación pública, periodo que finalizó el 4 de marzo.
Los agricultores que tratan de producir cultivos no modificados genéticamente han tomado muchas medidas y, en ocasiones, gastan varios miles de dólares tratando de proteger sus cultivos de los OMG, que se han vuelto omnipresentes en todo el país, según afirma el grupo. "Los riesgos y los efectos de la contaminación de OMG han supuesto, de forma injusta, una carga adicional de trabajo, horas e inseguridad económica a los agricultores ecológicos y de cultivos no modificados genéticamente", se asevera en el informe.
El nivel de contaminación de los cultivos no modificados genéticamente con los que sí lo están es un tema de preocupación, porque algunos compradores extranjeros de cultivos estadounidenses no aceptan variantes modificadas genéticamente, al igual que algunos compradores nacionales. La contaminación puede ocasionar pérdidas económicas cuando los compradores rechazan partidas que dan positivo a la presencia de OMG.
Food & Water Watch está instando al USDA a registrar y analizar las incidencias de contaminación y sus pérdidas económicas asociadas en todos los niveles de la cadena de suministro. Además, el grupo también pide al USDA que solicite a los productores de cultivos modificados genéticamente que creen zonas de seguridad entre sus campos y los que no utilizan OMG, y hace responsables económicamente de las pérdidas asociadas a la contaminación con OMG a las empresas de semillas biotecnológicas.
Fuente: reuters.com