Costa Rica: La piña sin corona, un futuro prometedor
Actualmente, el grupo costarricense Hispacori exporta piñas con y sin corona, ya que existen mercados que demandan ambas modalidades. A Alemania, por ejemplo, se envían semanalmente piñas frescas sin corona, y Rusia en ocasiones ha solicitado ya contenedores completos de estas últimas; algo que nunca había ocurrido antes. La modalidad sin corona es demandada principalmente para su uso en la industria procesadora o restaurantes.
En materia de presentación, Hispacori envía la misma caja de 12 kilos en neto (pero la caja de piñas sin corona, al tener más fruta, pesa cerca de 2 kilos más), que, naturalmente, incluye un mayor número de piezas. “Por ejemplo, en calibre 8, gracias al ahorro de espacio al eliminar las coronas, en lugar de 8 piezas pueden incluirse 10. Para las piñas sin corona se usa la misma denominación de calibres con el fin de evitar confusiones y reclamaciones, ya que nuestra empresa a menudo envía contenedores combinados con ambas modalidades,” explica Sonia Alvarado, de Hispacori.
Sonia explica que en determinadas épocas se realizan grandes pedidos de piñas sin corona, aunque estas siguen representando un volumen pequeño de las exportaciones; aproximadamente un 10% del total. “En supermercados, por ejemplo, la corona no aporta otro aliciente aparte de la estética, ya que es puro desecho, y en lo que respecta a costos, la piña sin corona resulta mucho más rentable para el cliente, ya que abarata el flete”.
Por otro lado, sus costos de producción son mayores, ya que, mientras que para la piña normal se realiza un proceso de limpieza, desinfección y encerado, tras lo cual se empaca directamente, para la sin corona se añade el corte de la corona, que debe realizarse de manera muy precisa y manual, lo que supone un mayor tiempo operativo y, por tanto, un incremento en el valor de la fruta. “En cualquier caso, ese costo adicional es más bajo en Costa Rica que en los mercados de destino,” afirma Sonia.
En materia de estética, a la piña normal se le exige una corona proporcionada, recta y con hojas sanas. Según Sonia, “la sin corona no conlleva este problema y, por tanto, hay un mayor aprovechamiento de la fruta en el campo, pero es importante que el proceso se realice correctamente, con una buena limpieza y sellado con cera, ya que si el tratamiento no es adecuado, la fruta puede presentar problemas de calidad en destino”.
En lo que respecta al futuro, las expectativas son buenas. “Esperamos que la popularidad de las piñas sin corona continúe aumentando, ya que vemos que atraen a cada vez más clientes que nunca antes las habían demandado. Nos gustaría iniciar programas con los clientes que ya han solicitado contenedores completos; un hecho que de por sí ya indica que su consumo está aumentando,” concluye Sonia.
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Sonia Alvarado
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