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EE. UU. (Florida): Reina el pesimismo entre los citricultores

Casi una década en la era de la enfermedad bacteriana de la virescencia de los cítricos, los productores de Florida están reflexionando una pregunta existencial: ¿hay futuro en la citricultura de Florida?

La cuestión a adquirido más urgencia tras las dos últimas temporadas de caída sin precedentes de frutos de los árboles enfermos antes de la cosecha.

“Es una plaga de proporciones bíblicas”, dice Scott Young, de 57 años, productor sito en Alturas, con 142 hectáreas de huertos en el condado de Polk, en referencia a los graves efectos que la virescencia de los cítricos ha tenido sobre sus cosechas en las dos últimas temporadas. “La situación ya es crítica. Seguimos sufriéndola, pero estamos luchando por resistir”.

Young, tercera generación de una familia de citricultores cuyo negocio se remonta a los años treinta, está comprometido a resistir una o dos temporadas más, como asegura, porque cultivar cítricos es el único oficio que conoce. Pero no es optimista, ni tampoco muchos de sus colegas productores.

“Por primera vez en la industria citrícola, se palpa la desesperación, porque lo hemos probado todo y no se ve la salvación en el horizonte”, añade Young. “Es el día del juicio final; esto va a matarnos”.

Arreglárselas las dos próximas temporadas significará reducir personal, vender algunos de sus mejores huertos y reunir el dinero por adelantado que necesita para los costes de cuidados de los árboles antes de que lleguen los ingresos con la nueva cosecha de otoño, explica Young.

El aumento de pesimismo sobre el futuro de los cítricos de Florida se debe a que los productores esperaban poder haber controlado los nocivos efectos de la virescencia a lo largo de la década, lo suficientemente larga como para permitir a los científicos dar con una estrategia mejor para contrarrestar o incluso curar la enfermedad. Las caídas precosecha, que se presentaron durante la temporada 2012/2013, frustraron tales esperanzas.

Infección casi total

La virescencia de los cítricos se detectó por primera vez en Florida en el otoño de 2005, cerca de Homestead, pero ya había devastado industrias citrícolas comerciales en Asia y África desde su descubrimiento en China a principios del siglo XX. Los productores e investigadores creen que ha infectado prácticamente las 212.314 hectáreas comerciales de cítricos del estado.

En esos primeros años de la era de la virescencia, los productores de Florida creyeron que podrían controlar la enfermedad aplicando plaguicidas con más frecuencia para atacar a las poblaciones del psílido asiático de los cítricos, el vector de la bacteria que propaga la enfermedad, y un régimen de fertilizantes más intenso que parecía mantener sana la fruta de los árboles infectados. En 2007/2008, los productores de Florida produjeron 170,2 millones de cajones de naranjas, tan solo un 30 por ciento menos respecto de los 242 millones de cajones cosechados en 2003/2004, antes de la llegada de la virescencia.

Sin embargo, en 2012/2013, los productores advirtieron un nivel alarmante de caídas precosecha de fruta aparentemente sana de árboles enfermos, incluso de los que recibían una mayor fertilización. Los 154 millones de cajones de naranjas que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos había pronosticado a principios de la temporada se quedaron en 133,6 millones de cajones un 13 por ciento menos.

Cuando la recientemente finalizada temporada 2013/2014 comenzó en otoño, muchos productores esperaban que la caída precosecha hubiera sido un episodio aislado. No tuvieron tal suerte.

Oficialmente, el Departamento de Agricultura había estimado 125 millones de cajones de naranjas para la temporada 2013/14. Acabaron siendo solo 104,3 millones de cajas, casi un 17 por ciento menos. Esas medias ocultan más problemas graves de caídas para algunos productores como Young.

Young señala que la producción de naranjas de sus huertos en 2012/2013 descendió un 50 por ciento respecto de la temporada anterior, en gran parte debido a la caída poscosecha, pese a que tomó todas las medidas recomendadas contra la virescencia. el problema de la caída empeoró esta pasada temporada, cuando la producción se redujo un 70 por ciento, según el productor. Antes de la virescencia, la caída precosecha atribuible al tiempo, a las plagas y a otras enfermedades suponía el 5 por ciento de su cultivo, añade.

En busca de una cura
No obstante, no todo el mundo es tan pesimista respecto al futuro de los cítricos de Florida.

“Si recordamos las primeras previsiones a diez años anteriores, ninguna acertó”. Griffin y otros optimistas esperan que los científicos den pronto con un tratamiento efectivo para el problema de la caída o con una solución más amplia para contrarrestar los daños que la virescencia causa a sus árboles. “He visto avances en muchos campos de la investigación científica que no teníamos hace tres o cuatro años”, apunta Griffin.

Griffin continúa diciendo que, mientras tanto, los productores pueden mejorar su capacidad de sobrevivir económicamente mediante un método comprobado: plantar nuevos huertos con una mayor densidad, hasta 325 árboles por acre (aprox. media hectárea). “Jamás podríamos haber plantado 300 árboles por acre hace 10 años”, asegura.

Los costes de los cuidados para los huertos más densos son similares a los normales, pero la producción y los ingresos por hectárea son rentables incluso si disminuye el rendimiento por árbol a causa de la virescencia y la caída precosecha, cuenta Griffin. El que haya más árboles por hectárea permite a un huerto absorber las pérdidas relacionadas con la virescencia y seguir ofreciendo una cosecha rentable.

Aun así, los costes de reemplazar los huertos existentes sigue siendo desalentadores, apunta Young. Eso implica el coste de retirar los árboles existentes, de un nuevo sistema de riego y el precio de los árboles nuevos.

“Plantar un árbol nuevo cuesta 35 dólares antes de haberlo regado tan siquiera”, añade Young. “Somos demasiado pequeños para poder superar este tipo de golpe. Son demasiados gastos”.

Fuente: dailycommercial.com
Fecha de publicación: