Las heladas ocurridas anteriormente esta temporada afectaron al cultivo de manzanas en Chile y, posteriormente, afectaron a los volúmenes de fruta importada a los Estados Unidos. Gracias a una demanda sólida y continuada de manzanas, los precios han permanecido fuertes.
La mayoría de las manzanas importadas a los Estados Unidos proceden de Chile y las dificultades meteorológicas han reducido el volumen de fruta que ha llegado esta temporada. En concreto, las heladas en las zonas productoras del centro y el norte de Chile afectaron al tamaño, como señala Robb Myers, vicepresidente de ventas e importaciones de Columbia Marketing International.
“Ha sido un año difícil para los productores chilenos porque algunas zonas se vieron afectadas por graves heladas”, dice Myers. “Por tanto, el calibre de la fruta se ha reducido significativamente este año y nos ha costado mucho esta temporada satisfacer las necesidades de nuestro programa”. Debido a que CMI pone en marcha programas que requieren fruta de determinado tamaño, la falta de calibres más grandes ha dificultado la provisión de fruta suficiente para esos programas. Así pues, la falta de calibres también ha supuesto una falta de volumen para los importadores. Myers calcula que este año los volúmenes han disminuido alrededor de un 30 por ciento respecto del año anterior, aunque es probable que unos nuevos programas que incluyen calibres menores hayan ayudado a garantizar que ese porcentaje no fuera mayor.
La reducción prevista de volumen dio lugar a precios excesivos a principios de la temporada, y esos precios se han mantenido estables. Myers señala que los precios de las Gala han oscilado entre 38 y 40 dólares por caja. Los precios de las manzanas ecológicas importadas de Sudáfrica también han permanecido fuertes.
“Los precios han sido muy altos”, apunta Addie Pobst, de Viva Tierra Organic. “Hemos importado más fruta este año, nuestros volúmenes son superiores, y, sin embargo, no parece haber suficiente fruta”. Pobst calcula que sus volúmenes de manzanas importadas han aumentado un 25 por ciento respecto del año pasado, y aun así los precios se han mantenido altos. Pobst atribuye esta situación del mercado a la fuerte demanda. Viva Terra importa desde Argentina, así como de Chile, y Pobst explica que la diferencia entre la fruta de estos países tiene que ver con las técnicas de clasificación que cada uno de ellos emplea.
“La mayor diferencia está en el calibre”, explica Pobst. “En Chile envasan tres o cuatro calibres, clasificados por color y nivel de defectos; han desarrollado muy bien la clasificación de manzanas. En Argentina, la calidad de las manzanas es la misma, pero solo hay dos calibres. El producto de Argentina tiene menores defectos, pero más variación de color, mientras que las manzanas de Chile son más uniformes en color”.