Con los ojos cerrados pacíficamente, una nariz y una boca minúsculas y las manos cruzadas con delicadeza, estas figuras infantiles parecen extrañamente realistas.
Durante las fases de desarrollo de la fruta, los agricultores colocan un molde alrededor de la pera, que cuando crece adquiere la forma elegida. Además de vender estrafalarias cosechas en los mercados cercanos, la compañía con sede en Suzhou exporta sus moldes plásticos a todo el mundo, por lo que estas peras con forma de bebés —y otros productos— pueden cultivarse en todo el mundo.
Fuente: designboom.com