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Italia, arruinada por el veto

Rusia cubre el 34% de la demanda de hortalizas de invernadero, pero no en invierno

El martes, la Unión Europea (UE) y la Unión Eurasiática (UEA) se reunieron en Minsk, la capital bielorrusa, para abordar la crisis causada por la situación en Ucrania; sin embargo, sus visiones son tan diferentes que no parece que en el horizonte haya una solución. Mientras tanto, los países europeos están buscando soluciones para mitigar los efectos de las sanciones, Polonia está sopesando invertir en Bielorrusia, Rumanía está invirtiendo en almacenamiento y los Países Bajos también están mirando más allá de la frontera. El sector italiano está "arruinado" y España también está atravesando dificultades. En el lado ruso, preocupa el suministro hortofrutícola en los meses de invierno que se avecinan, pues los invernaderos son tan poco rentables que no son una solución. Por su parte, Georgia, tras años de frías relaciones con Rusia, parece haber recibido otra oportunidad para incrementar de forma significativa sus volúmenes de exportación.

China ha anunciado que no tomará parte en la guerra de sanciones. Los Estados Unidos han tratado de persuadir a los chinos para adoptar las sanciones de Occidente, pero China se ha negado y ha instado a ambas partes a "permanecer en calma y comenzar a buscar una solución política a los problemas actuales".

La UEA se fundará de forma oficial en 2015 con los Estados miembros Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. Podría decirse que esta unión es la homóloga de la Unión Europea. La intención de Putin era que Ucrania se convirtiera también en miembro, pero en Ucrania se creó una fuerte división entre adherirse a la UEA o aproximarse más a la UE, que es la base del conflicto actual. Dicho sea de paso, Bielorrusia ha estado coqueteando con Occidente no adhiriéndose a todas las sanciones de Putin y felicitando al presidente de Ucrania por su victoria electoral. El presidente/dictador Lukashenko, que lleva más de veinte años en el poder en Bielorrusia, está tratando de mejorar sus relaciones con Europa. Kazajistán también ha decidido no seguir a Rusia en el endurecimiento de las sanciones. A través de Bielorrusia, entre otros, se han creado diversas rutas de contrabando para introducir en el mercado ruso los productos boicoteados.

Los Países Bajos se centran en nuevos mercados 
El martes, la secretaria de Estado Sharon Dijksma envió una carta a la Cámara Baja en referencia a las medidas tomadas por el Gobierno. En ella, la secretaria ofrecía detalles sobre la distribución de los 125 millones de ayuda de la UE, pero también describía los esfuerzos del Gobierno por encontrar mercados alternativos. Para este fin, las embajadas y los consulados deben proporcionar información sobre las leyes y normativas vigentes para permitir el acceso a ciertos países y para ayudar a establecer contactos.

La ministra opina que Fresh Summit ofrecerá oportunidades en octubre y el Gobierno quiere sacar ventaja de las recientes misiones comerciales en Sudáfrica, Vietnam e Indonesia.

Por último, las autoridades fiscales neerlandesas serán más flexibles con las compañías afectadas por el boicot.

Polonia muestra interés por Bielorrusia 
"Estamos buscando nuevos mercados, en concreto en los Estados Unidos y Canadá, pero también queremos reforzar los lazos con Bielorrusia con una serie de inversiones en infraestructura y tecnología, entre otras medidas", indica el ministro polaco.

Polonia está buscando inversores para poner en funcionamiento plantas de procesamiento de frutas, carne y pescado en Bielorrusia. De esta forma, los productos pueden colocarse en el mercado bielorruso, lo que permitiría a Bielorrusia incrementar sus exportaciones. Según los bielorrusos, esta cooperación será posible en las legislaciones de Polonia y Bielorrusia sin que este último infrinja sus acuerdos con Rusia.

Bielorrusia espera mayores exportaciones a Rusia 
Los bielorrusos se muestran optimistas en cuanto a los volúmenes de exportación que el país será capaz de hacer llegar este año a Rusia. "Es posible que enviemos en torno a un millón de toneladas de patatas y 204.000 toneladas de hortalizas", calcula el ministro. Según los bielorrusos, esto incluye 30.000 toneladas de coles, 20.000 toneladas de remolachas, 107.000 toneladas de zanahorias y 27.000 toneladas de manzanas. Los bielorrusos enfatizan que estas exportaciones no pondrán en riesgo la oferta nacional de alimentos.

Georgia vuelve al mercado ruso 
Ya hace años que Georgia y Rusia no mantienen una relación cordial. Hace varios años, Rusia envió tanques a Georgia y hasta el pasado año estuvo vetada la importación de productos georgianos. En 2013 se readmitieron las manzanas, las peras, la fruta seca y los cítricos, entre otros productor, y en 2014 Georgia exportará tomates, pepinos, coles, berenjenas, cerezas, albaricoques, melocotones, ciruelas, caquis, kiwis y bayas a Rusia.

Hace poco, la antigua república soviética anunció que aumentaría las exportaciones a Rusia. En los seis últimos meses, ha habido progresos en las negociaciones entre los dos países. Según el ministro georgiano de Agricultura, la exportación de cítricos, melocotones, manzanas, peras y membrillos puede "aumentar significativamente".

Rumanía invierte en almacenamiento 
Las existencias del país han crecido debido al boicot ruso. Los productores rumanos tienen en torno a 3.000 toneladas de hortalizas almacenadas, en especial tomates y pepinos, y el mercado nacional solo puede absorber 60 toneladas de este volumen al día. Debido al veto, las exportaciones de pepino a Polonia y la República Checa también se han reducido; parece que se han cancelado un gran número de pedidos. Los productores rumanos esperan obtener 10 millones de euros del fondo europeo de rescate, de 125 millones de euros.

El ministro rumano ha anunciado que el Banco Mundial les concederá 4 millones de euros, que junto con los 6,2 millones que el Estado está planeando invertir, se utilizarán para comprar instalaciones de refrigeración y lavado y líneas de envasado para todos los grupos de producción. De este modo, el sector podrá almacenar sus productos durante más tiempo. "No se trata solo de calidad, sino también de cantidad", dice el ministro rumano. "Gracias a estas inversiones, los productores podrán suministrar grandes volúmenes de forma constante".

Los precios caen un 15% en Bulgaria
Los productores están preocupados por los cambios en el mercado europeo a causa del boicot. Los cálculos muestran que el 20% del cultivo será destruido. Este país de Europa del Este exportaba al mercado ruso principalmente cerezas, melocotones, fresas, pimientos y tomates. Según los productores, el mercado interno también está inundado de importaciones. Debido a todo ello, los precios han caído un 15%. Los productores temen que no les lleguen compensaciones si el veto se prolonga más de un año y que pierdan a sus socios rusos, pues en el mercado interno no hay espacio para toda la producción del país.

Italia, "arruinada" por el veto 
"La situación de las uvas italianas es crítica, el boicot de Putin nos ha arruinado", explica el propietario de una compañía siciliana de importación y exportación. "No podemos vender nada en Italia debido a las condiciones meteorológicas y las exportaciones están estancadas porque depende fuertemente de Rusia". El mayor problema es que no hay demanda. "La situación es todavía peor en Apulia, donde ya está en pleno rendimiento la temporada de las uvas Victoria".

Dos productores de Apulia confirman estas afirmaciones. "Los precios son bajos, debemos trabajar en las relaciones existentes y entrar en nuevos mercados". Los clientes locales que suelen comprar las uvas antes de la cosecha han suspendido las negociaciones porque la mayor parte de los productos se exporta a Rusia. "Algunos productos se exportan a Polonia, pero la situación es diferente debido a la baja demanda".

En Metapontino, los viticultores se enfrentan a muchos otros problemas, principalmente a las condiciones meteorológicas, que son el mayor desafío. El consumo se está estancando y los precios son de media un 22,7% menores que el año pasado. Se prevé que los precios suban en septiembre.

España se enfrenta a pérdidas
En España se están publicando muchos datos que muestran el daño causado por el boicot, que el Ministerio estima en 337 millones de euros, la UE en 338 millones de euros y COAG asegura que las pérdidas ascienden a 1.200 millones de euros, teniendo en cuenta también los daños indirectos.

La UE sitúa a España en el sexto puesto de la lista de países más afectados, por detrás de Lituania, Polonia, Alemania, los Países Bajos y Dinamarca. El Gobierno español opina que hay 16 países que han recibido un golpe más duro. Las exportaciones españolas suponen 234.000 millones de euros al año y las exportaciones a Rusia representan solo el 0,14%, según las autoridades españolas. Pese a las reducidas pérdidas, según estas cifras, el ministro solicita ayuda a Bruselas.

Russia y China, salvavidas económico para Mongolia 
Mongolia está atravesando un difícil periodo económico, con déficit interno y externo, pero China y Rusia ofrecen nuevas posibilidades, pues ambos países están interesados en los recursos de Mongolia. China y Mongolia ya han firmado recientemente algunos contratos. A principios de septiembre, está previsto que el presidente Putin visite la capital mongola, Ulán Bator. 

El Banco Mundial no tiene grandes esperanzas para la economía mongola, pues la inflación sigue siendo de doble dígito.

El sector ruso de invernaderos es insuficiente 
Todavía hay muchos productos ampliamente disponibles en el mercado ruso, pero se teme que durante los meses de invierno solo quedan patatas, calabazas, zanahorias y cebollas. La horticultura de invernadero se ve como la solución, pero el sector no está lo suficientemente desarrollado y es muy caro.

Viktor Semkin, director de la compañía agrícola Moscovsky, dice que "más del 45% del coste de los tomates corresponde a gasolina y electricidad, que no están subvencionados. Como resultado, la mayoría de invernaderos cierran durante los meses de invierno. Durante los meses más fríos, enero y febrero, los invernaderos no resultan rentables debido a los elevados costes energéticos".

Según las estadísticas, en 2013 Rusia importó 800.000 toneladas de tomates y 200.000 toneladas de pepinos. Los invernaderos rusos produjeron 630.000 toneladas de hortalizas y hierbas aromáticas el año pasado, de las que el 65% eran pepinos y el 30%, tomates. Rusia puede cubrir el 34% de la demanda nacional con sus invernaderos propios, de los que el país tiene 1.800 hectáreas. En comparación, los Países Bajos tienen en torno a 10.000 hectáreas y la Unión Soviética tenía 5.000 hectáreas.

La cadena de supermercados rusa Bahetle, en la ciudad de Barnoel, Siberia, asegura que pueden sobrevivir sin productos europeos. En el caso de las frutas y hortalizas, parece ser un objetivo realista, dado que solo el 4% de lso productos se han visto afectados por el veto. La cadena vende más productos asiáticos y de Oriente Próximo, incluidos Tailandia, Vietnam, Turquía y Egipto, que han visto mejorar su posición. Otras regiones también aseguran poder subsistir sin los productos europeos.

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