Dado que los citricultores de Florida están lidiando con una enfermedad que podría destruir secciones importantes de su industria, los problemas de suministro no son bien recibidos. Sin embargo, los informes acerca los efectos que podría tener el consumo de pomelos sobre algunos medicamentos han generado problemas también en la demanda, aunque los productores creen que la interacción que se afirma que el pomelo tiene con los medicamentos es desproporcionada.
Los efectos de tomar estatinas, medicamentos que ayudan a controlar los niveles de colesterol, junto con pomelo han sido muy difundidos. Cuando se ingieren a la vez o con poco tiempo de diferencia, el pomelo podría tener interacciones no deseadas que cambien el modo de descomposición de los fármacos. Esto podría tener graves efectos para algunos pacientes que estén tomando cierta medicación, y las personas que piensen que podrían verse afectadas deberían asegurarse de que están tomando los fármacos correctamente. No obstante, no todos los medicamentos se comportan igual al ingerirse junto al pomelo, aunque muchos consumidores están optando por evitar la fruta por temor a poner en riesgo su salud.
“Mucha de la información que aparece en la prensa referente a la interacción con las estatinas hace que la gente se muestre reticente a consumir pomelo”, dice David Brocksmith, de Seald Sweet International. “Aunque es solo una cuestión de tiempo”. Señala que los efectos del pomelo sobre ciertos medicamentos se han detectado cuando el pomelo se ingiere unas pocas horas después de la toma de los fármacos prescritos. Si se evita el pomelo durante una cierta cantidad de tiempo antes y después de tomar los fármacos, no parece haber ninguna interacción no deseada.
“Quienes toman alguna medicación son muy cautelosos”, apunta. “Por tanto, no cabe duda de que esto ha afectado a la demanda de pomelo y de zumo de pomelo”. La virescencia de los cítricos ha reducido la producción y, puesto que a los consumidores llega menos fruta, los precios que estos pagan por ella suben. Esto ha dado lugar a una situación en la que la demanda ha mermado tanto por las preocupaciones por la interacción de la fruta con los fármacos como por los mayores precios.
“Menos pomelos significa que el precio alcanza un nivel más alto en el mercado”, explica Brocksmith. “Por tanto, los compradores sensibles al precio buscarán un producto diferente”.
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David Brocksmith
Seald Sweet International
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