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Difícil escenario para la piña ecuatoriana

Ecuador: Diversificación y más calidad para superar la crisis



En los últimos años la superficie dedicada a la producción de piña MD2 sufrió un drástico retroceso, al pasar de 5.000 hectáreas a las 1.500 actuales en menos de 5 años.

En los últimos años, la alta producción de Costa Rica, la caída de los precios internacionales y los incrementos de los costos de producción provocaron que la piña ecuatoriana perdiera presencia en los mercados internacionales y muchas de las grandes empresas abandonaron el país.

“Los pequeños productores también se encontraban camino a desaparecer, hasta que encontraron el mercado de Chile, el cual resultó muy atractivo por su cercanía, los buenos precios, el bajo coste de flete y las menores exigencias de calidad en comparación con los países del primer mundo”, explica Roberto Castillo, gerente comercial de Terra Sol y presidente de ASOPIÑA.

Hoy los ecuatorianos dirigen un 60% de sus exportaciones a tierras chilenas y, según Roberto, hoy el Ecuador tiene en su poder más de un 70% de ese mercado, el cual recibe en total unos 60 contenedores semanales.



“Chile es fácilmente saturable. Esto sucedió en abril del año pasado cuando Costa Rica ingresó mucho volumen y el mercado se desplomó. En Terrasol exportamos al mercado chileno hace más de treinta años, pero sabemos muy bien que la clave está en diversificar nuestra cartera de clientes. Tenemos presencia en mercados como Nueva Zelanda, Canadá, EE. UU. y Europa”, afirma Roberto.

El mercado local resulta muy atractivo gracias la economía “dolarizada”, la simplicidad en la comercialización y precios que muchas veces pueden competir con los de exportación.

“En los últimos años, gracias al gran retroceso de la oferta, los precios a nivel local se incrementaron; pero este mercado de trece millones de consumidores es muy frágil, ya que si dos o tres contenedores se quedan en el puerto sin ser exportados, los precios se hunden”, explica Roberto.

Sin embargo, aunque gran parte de la piña se comercializa en los mercados más próximos, empresas como Terrasol, con 650 hectáreas de piña, apuestan por producir fruta de acuerdo con los estándares de calidad de los mercados más exigentes, y exportarla a mercados como el del norte de Europa, en busca de mejores precios.

“La apuesta por la calidad y la diversificación es el camino. Ahora es un mal momento para la piña, pero nosotros somos piñeros de profesión y lo seguiremos siendo porque es lo que sabemos hacer mejor y tenemos fe en que el mercado se volverá a componer”, concluye Roberto.



Más información:
Roberto Castillo
TERRASOL-ASOPIÑA
T: +593 999 599 899
robertocastillo@terra-sol.com
www.sistematerrasol.com