Sin embargo, se quedaron perplejos cuando los inspectores en Tenerife empezaron a rechazar los contenedores en agosto debido a los altos niveles de suelo, pese a que las patatas ya habían superado las pruebas realizadas por el Gobierno del Reino Unido.
Los agricultores de Essex llevan exportando a las Canarias, frente a las costas marroquíes, más de treinta años.
Los lotes están siendo rechazados, aunque el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido asegura que los envíos contienen una cantidad de consistencia de suelo inferior al máximo del 2 por ciento legislado por la UE.
Chris Philpot, agricultor de Essex que dice que el Ministerio afirma que sus exportaciones contienen un 0,5 por ciento de suelo, ha visto devueltos tres contenedores y medio últimamente. No obstante, tras reenvasarlas en el Reino Unido y enviarlas a las Canarias por segunda vez, fueron aceptadas, lo que, según él, demuestra la volatilidad de las normativas.
Las patatas del condado están valoradas en 150 libras por tonelada y Philpot está preocupado porque debe hacerse cargo de las 5.000 libras de cada contenedor de 25 toneladas, que debe ser devuelto a las tiendas del Reino Unido.
Philpot ha sugerido incluso que las patatas del Reino Unido están siendo rechazadas para hacer subir los precios de las patatas cultivadas en España.
Un portavoz del Ministerio, respondiendo en nombre del cónsul británico en Tenerife, ha declarado: "Comprendemos las preocupaciones y estamos trabajando con las autoridades españolas para aclarar qué estándares de exportación son aceptables con las islas Canarias para ayudar a garantizar que no se produzcan futuros problemas".