Ayer el Gobierno Nacional y representantes del sector de las pomáceas, entre los que se encontraban representantes de la CAFI firmaron un acuerdo con una serie de medidas para ayudar a paliar los efectos de la grave crisis que atraviesa el sector y proteger la fuente de trabajo de más de 74.000 empleados directos.
Entre los puntos más importantes de dicho acuerdo se destaca la concesión de un subsidio de 300 millones de pesos (apróx. US$35.000.000) para los productores; otros 300 millones de pesos en créditos con una “tasa especial” y el diferimiento hasta fin de año del pago de las retenciones a las exportaciones.
“El diferimiento en el pago de las retenciones es una medida importante,concreta y de inmediato impacto, que ayuda a reactivar la maquina de la producción frutícola. Normalmente el exportador debe pagar de forma anticipada las retenciones y con la situación por la que estamos pasando se hacia muy difícil el desembolse de ese monto”,explica Oscar Martín presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).
¿En cuanto pueden influir estas medidas, de las cuales todavía se desconocen los detalles sobre su implementación, en una campaña que se presentaba tan negativa?
“Yo creo que superado este alto grado de incertidumbre en el que se encuentra el sector, estas medidas van a generar una puesta en marcha, a partir de la cual el panorama mejoraría y pasaríamos de una temporada que se auguraba totalmente negativa a una más regular ”, comenta y aclara: “Pero la incertidumbre seguirá estando”.
Negociaciones salariales
Las negociaciones por los salarios de cosecha y de empaque pasaron a un cuarto intermedio para hoy jueves. Medios locales expresaron que se espera que la CAFI cierre un acuerdo cercano al 30% de aumento para los cosechadores, pero para los de empaque el acuerdo parece estar más lejano.
“La negociaciones están muy complicadas y hay pocos avances, nosotros ofrecemos aumentos cercanos al 30% y ellos solicitan el 40%. Es una brecha muy grande, pero somos optimistas que se van a solucionar en los próximos dos días”, comenta Oscar Martín. “Estamos en tiempo de descuento y esta situación ya afecto parte de la pera William”, añade
“Es una tormenta casi perfecta”
Así se refirió el ministro de Economía, Axel Kicillof, a la difícil situación que las pomáceas están atravesando y que los exportadores han catalogado como la crisis más grave de la historia de la fruta del Valle.
Resumiendo: Rusia, uno de los mayores clientes de la fruta argentina, sufrió una devaluación interanual de su divisa de un 50% y la devaluación del euro a niveles históricos, sumado a que los competidores en la producción: Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica; devaluaron fuertemente su moneda en busca de mantener su competitividad.
Esta situación dejó a gran parte de la producción de pomáceas argentinas fuera del mercado y la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados, señaló tiempo atrás en un informe que, de no tomarse importantes medidas, las pérdidas para el sector ascenderían a unos 200 millones de dólares.