Es una medida que, por fin, pondrá a este rinconcito de Europa a la altura de los "grandes", y demostrará que el clima de Portugal tiene mucho más que ofrecer que la imagen tradicional de solo sol y mar.
Como explica el director de operaciones de Driscoll’s en la península Ibérica y Marruecos, Nuno Simões, el clima del país "se parece mucho al de California" y, por tanto, es ideal para el cultivo de frutos rojos.
Driscoll’s ya ha invertido más de 17 millones de euros en la última década en Portugal. La compañía familiar, sita en Estados Unidos, factura anualmente más de 3.000 millones de euros y cuenta con alrededor de 400 hectáreas, que suponen la participación de 44 productores tanto en el Algarve con en Alentejo.
Ahora, los planes son añadir otras 50 o 60 hectáreas, lo que podría duplicar la producción de arándanos de Portugal, por lo que el país se convertiría en el mayor proveedor europeo de los mercados de Europa, África y Oriente Próximo.
Por ahora, Driscoll’s Portugal ha logrado una facturación anual de 25,5 millones de euros, abasteciendo a los mercados europeos con fresas, frambuesas, moras y arándanos, estos últimos cada vez más demandados.
Como destaca Nuno Simões, la compañía tiene un crecimiento potencial "muy grande", pues los frutos rojos —o berries— están de moda y aportan excelentes beneficios para la salud.
Las actividades de Driscoll’s se desarrollan con los nombres LusoMorango, Madre Fruta y Aromas.
En el Algarve, el productor de frambuesas Hubel subraya otra enorme ventaja que Portugal tiene sobre los otros productores. Calificándolo de venta, el director ejecutivo de Hubel, Tiago Andrade, explica que Portugal ha podido producir frambuesas entre los meses de febrero y mayo, cuando no hay otros productores europeos que tengan el clima para hacerlo.
Así pues, la facturación de Hubel ha estado aumentando año tras año. El último "récord" fue de 11 millones de euros, el doble que el año anterior.