El ambiente en el mercado de la patata está desanimado últimamente. “Simplemente no hay demanda”, explica Joop Bonnet, del mayorista de patatas de Ámsterdam, A.C. Loogman. “En particular, la exportación es insuficiente. Hemos perdido ventas en Rusia, pero también en otros países de Europa del Este como Hungría y Rumanía. Tienen demanda, pero no están comprando, cuando normalmente nosotros ya habríamos empezado a exportar a esos países en enero. Las ventas en el mercado nacional se mantienen constantes, pero no puede absorber los grandes volúmenes”.
Cosecha manual en Chipre
Según el mayorista, la calidad de las patatas está decayendo rápidamente. “Se cosecharon con temperaturas cálidas y ahora están apareciendo problemas en muchos lotes”, continúa Joop. “Así que ya nos estamos preparando para las primeras patatas importadas. En especial cuando la calidad de la cosecha anterior está disminuyendo, los supermercados están deseando volver a incluir patatas nuevas en su surtido. Al fin y al cabo, tienen que seguir vendiendo patatas”.
Las primeras patatas Diamant de Chipre se esperan para mediados de marzo. “Chipre ha tenido bastante lluvia y, tras los malos resultados del año pasado, se plantó menos, así que sus volúmenes serán limitados. Se ha plantado significativamente menos en España y Portugal también, por lo que, sin duda, hay oportunidades para las patatas nuevas. Nueva partida, nuevas oportunidades”, concluye Bonnet optimista.
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