¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Javier Soto, Presedente de la Sectorial de Lechuga Iceberg de Proexport:

"A pesar de la gran demanda de lechuga, los precios siguen por los suelos"



El consumo de lechuga iceberg está siendo alto desde que empezó la campaña de exportación en las principales zonas productoras españolas, aunque el precio se ha mantenido por debajo de los costes de producción y los márgenes de contribución a excepción de algunos episodios puntuales como a principios de febrero, cuando el frío paralizó la producción provocando caídas de más del 30% en los volúmenes disponibles para los mercados europeos durante más de tres semanas, aunque también problemas de comercialización por la falta de calibre.

Aunque el precio se recuperó durante un tiempo, los problemas de calibre han arrastrado de nuevo a la lechuga a una situación preocupante.

“Ahora estamos recibiendo de nuevo precios realmente catastróficos por la lechuga”, comenta Javier Soto, presidente de la Sectorial de Lechuga Iceberg de Proexport. Tras el episodio de principios de febrero las temperaturas aumentaron bruscamente y volvió a normalizarse la producción, aunque los calibres continuaban siendo de entre 12 y 13, algo que ha utilizado la gran distribución para presionar los precios a la baja, sobretodo en países como Alemania y España, donde se consumen lechugas más grandes”.

De acuerdo con el representante de la sectorial, el sector de la lechuga tiene una estructura muy atomizada que limita la capacidad de negociación con la distribución, lo que ha llevado a que, pese a que haya una cantidad ajustada de producto en el mercado, se pague como si hubiese exceso de oferta y por debajo de los márgenes de contribución. “Creo que el sector ganaría competitividad si los productores crearan estructuras comerciales más grandes con tal de concentrar más oferta”, asegura Javier Soto.

Ahora las lechugas han recuperado su calibre y en las próximas dos semanas se prevé que la producción vuelva a descender entre un 30 y un 40%, “por lo que la demanda, si se mantiene como hasta estos momentos, estará muy por encima de la oferta y es lógico pensar que los precios repuntarán”, indica.

En esta última semana los precios han variado entre los 2,20€ y 3,40€ por caja.