El transporte es un gran gasto en el sector de la banana. Fuente: fyffes.com
Ambas compañías vieron en su momento aspectos positivos para la fusión y, aunque Chiquita no siempre había conseguido grandes resultados en los últimos años, Fyffes tenía capacidad para aumentar su deuda. “Fyffes y Chiquita funcionan de forma similar en el mercado europeo y tienen grandes costes de transporte”, explica David. “Por ejemplo, ambos cargamos buques y distribuimos los buques por el Atlántico de forma similar, así que podríamos haber sido más eficientes combinándonos en lo que ya es, después de todo, un mercado maduro”.
Mirando al futuro, David afirma que Fyffes quiere seguir creciendo en el mercado de las bananas, los melones y las piñas. “Primero en nuestro propio mercado, en nuestro mercado originario, el noroeste de Europa, y después extendiéndonos desde ahí hacia las geografías cercanas y después a las más lejanas”. El directivo no ve un reto en los próximos años. “Desde un punto de vista del transporte, los bajos precios del combustible reducirán los costes en 2015, pero esto no es tan importante como el problema de la tasa de cambio. En un hecho que el sector de la banana y la piña operan con productos que se compran y se envían fundamentalmente en dólares estadounidenses, así que el cambio repentino y radical en la tasa de cambio entre el dólar y el euro llevará inevitablemente a precios más altos”. A causa de los pequeños márgenes del sector, este cambio repercutirá directamente en los compradores.