Bart señala: "En estos momentos, el suministro procede principalmente de Israel. Chipre también están empezando con cautela. Son un poco más tardías que el año pasado y, en general, se prevén menores volúmenes. En la mayoría de los países tienen una menor productividad por hectárea debido a las desfavorables condiciones meteorológicas y las superficies son menores que el año pasado, cuando la productividad era muy alta. Otra diferencia con el año pasado es que ahora los calibres son menores. Debido a la combinación de un menor volumen y una menor productividad, la situación podría ser totalmente diferente a la del año pasado".
Llegada de la nueva cosecha de Israel
Cambio real en mayo
Varios clientes de Aardappelhoeve están comenzando a cambiarse a la nueva cosecha. "Se empieza poco a poco, pero el verdadero cambio no se da hasta que está disponible la cosecha española, que llegará a finales de abril, con el grueso de estos en mayo". Bart indica que es el consumidor quien decide. "Los supermercados no toman las decisiones. Ahora, se puede escoger entre la cosecha vieja y la nueva y algunos consumidores eligen la nueva, aunque es más cara. Por supuesto, el buen tiempo refuerza la demanda".
La temporada vieja ha concluido
La diferencia en precio entre la vieja y la nueva cosecha es grande. "Las patatas viejas rondan los 50-60 euros por tonelada sin son de buena calidad, y la nueva cosecha de Nicola de Israel alcanza unos 600 euros por tonelada. Evidentemente, la calidad es muy distinta. La cosecha vieja de buena calidad escasea en estos momentos". Bart se alegra de que la temporada "vieja" casi haya concluido. "Esperemos que los precios de las patatas nuevas se mantenga bueno. Hemos tenido una temporada que no ha satisfecho a nadie".
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