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"Exportar por nosotros mismos es demasiado arriesgado"

Los precios bajos, además de su enorme capacidad de procesamiento, han estado causando dificultades a los envasadores de cebolla durante años. ¿Hay oportunidades? ¿Todavía es viable para las plantas de envasado afrontar la exportación por ellos mismos?

Monie es una planta de clasificación y envasado de cebollas que procesa en torno a 35.000 y 40.000 toneladas de cebollas al año. Las cebollas amarillas, rojas y rosas se suministran en envases de 500 gramos, sacos grandes y cualquier formato intermedio. Al menos el 80% de las cebollas se destinan a los exportadores; el resto se usa para compañías transformadoras y mayoristas nacionales. "Nuestras cebollas proceden de productores que las cultivan para nosotros. Tenemos dos compradores/supervisores de cultivo que los acompañan durante el cultivo y el almacenamiento de las cebollas. Además, también las compramos en el mercado abierto", explica Eric Moerdijk, de Monie, con sede en Nieuwdorp (Países Bajos). Las cebollas de Monie se venden a los exportadores de los Países Bajos.



Atención en el cultivo y el procesamiento
El hecho de que el centro de envasado no exporte por sí mismo, señala, es una elección consciente, porque así Monie se puede centrar más en el cultivo y el procesamiento del producto. "Exportar es un trabajo en sí mismo para el que se necesitan los conocimientos y las personas adecuadas. Además, exportar por nosotros mismos, en nuestra opinión, conlleva mayores riesgos en cuanto a seguridad de pagos. Creemos que además de para los procesadores que exportan por sí solos, también habrá un mercado para los exportadores de oficina, porque pueden proveer un gama más amplia de productos y esto aporta ventajas para los clientes de ultramar".

Cebollas de buena calidad
La actual temporada de la cebolla, hasta el momento, ha estado marcada por una buena calidad y precios bajos. Eric dice que tanto para los productores como para los procesadores el precio en la mayoría de los casos no cubre sus costes. "Lo positivo sobre los precios bajos es que, en una temporada como esta, podemos proveer al mundo cebollas de una calidad excelente a un precio muy competitivo. A largo plazo, esto probablemente sea positivo para el sector neerlandés de la cebolla". Indica que en los años anteriores las cebollas de calidad moderada se vendían a precios altos y esto afectó a la reputación de las cebollas neerlandesas. "Debido a los precios bajos, hasta ahora hemos tenido una temporada de exportación de récord". En la primera mitad de la campaña 2014-2015 (hasta la semana 52), se exportaron 550.000 toneladas, en comparación con las 458.000 de la primera mitad de la temporada 2013/2014.





Existencias abundantes
En opinión de Eric, es difícil estimar cómo acabará la temporada. "Si los cálculos de producción realizados por los productores son exactas, habrá un volumen considerable para exportar en la segunda mitad de la temporada. No es una tarea imposible, sino un reto, en parte a causa del boicot ruso y de las grandes cantidades en otros países europeos. En cualquier caso, es difícil de predecir".

Gran capacidad y transparencia
El mayor obstáculo para las plantas de envasado es su enorme capacidad de clasificación y la feroz competencia que impera entre procesadores y exportadores. "También estamos en un mercado que cada vez es más transparente. Los productores están ahora bien informados sobre los precios y las tendencias de mercado, y esto afecta al mercado. Debido a la gran capacidad de clasificación y a las exportaciones, la demanda de cebollas a menudo es bastante grande, y los productores responden a ello suministrando de forma temporal menos cantidad o nada en absoluto. Esto a menudo da lugar al aumento de los precios pagados a los productores, mientras que el precio por fardo no aumenta debido a la feroz competencia entre procesadores".

Diferenciación
"En mi opinión, el mayor reto es diferenciarte a ti mismo como procesador de la competencia", dice Eric. "Esto podría lograrse de muchas maneras, por ejemplo, cooperando con los productores, apuntando a clientes concretos o centrándose más en la calidad o en los nuevos mercados". Según él, elevar los estándares de calidad es importante para todo el sector. "En la creación de variedades y el desarrollo de las ya existentes existe un enfoque creciente en la calidad, más que en la productividad, como el factor de más importancia. Además, cada vez vemos más pruebas y experimentos diseñados para ayudar a mejorar la calidad del producto. Últimamente, los productores son cada vez más consciente de que la calidad realmente puede marcar la diferencia en cuanto a la facturación generada por su cultivo. En los Países Bajos contamos con una cadena de producción y distribución de enorme eficacia, donde los riesgos están bien diversificados. El coste por kilo, tanto en el cultivo como en el procesamiento y la logística, es muy competitivo en comparación con otros países".

Márgenes ajustados
Johan Boone, de Gebr. Boone, en Oostdijk, señala que la reducción de márgenes es un importante obstáculo en el sector de la cebolla. "Durante años, los cada vez más ajustados márgenes nos han puesto las cosas muy difíciles. Hay mucha distancia entre los productores y los exportadores, pero como envasadores, tenemos que estar justo en el centro. Las compras son demasiado buenas, las ventas son demasiado bajas y hay envasadores más que de sobra", indicaba a mediados de febrero. "No hay demanda suficiente; tenemos demasiada capacidad en conjunto". Refirió que tenía la sensación de que las pocas compañías de cebollas que no exportaban por sí mismas serían las que se mantendrían. "A nosotros, en estos momentos no nos conviene nada. En primer lugar, no es nuestra especialidad y también acarrea otros problemas, como los pagos residuales. Por supuesto, este es un tema candente, pero, por ahora, nos seguimos centrando en el cultivo y el envasado de las cebollas. Las plantas de envasado dedicadas a suministrar las cebollas de la mejora calidad, así como calibres y envases especiales, se mantendrán, naturalmente".



La calidad puede marcar la diferencia
Por ahora, la temporada ha funcionado bastante bien para Gebr. Boone. Las cebollas son de buena calidad y la planta de envasado ha hecho un buen trabajo hasta el momento. "Desafortunadamente, nos enfrentamos a márgenes ajustados, así que a los envasadores nos quedan muy pocos beneficios. ¿Cómo veo los próximos años? Eso no lo podría decir. Hay mucha incertidumbre en todo el mundo, y principalmente este año por las consecuencias de la disputa entre Rusia y Ucrania. Para lo que queda de temporada, el panorama es desolador. Rusia no es una opción, Europa del Este necesita impulso y África vuelve a estar cerrada. Solo el Caribe y Brasil siguen siendo buenas opciones. Él opina que las pocas posibilidades disponibles dependen fuertemente de la calidad y de la flexibilidad. "Hay que seleccionar al mejor personal de trabajo si quieres marcar la diferencia en el mercado, pero, por descontado, dependemos totalmente de los exportadores". Señala el ejemplo del Caribe y Centroamérica; un mercado que este año ha demandado principalmente cebollas de Clase 1 y Clase 2. "Poder proveer de forma continua una calidad constante es algo en lo que nos centraremos en los próximos años, pero, en términos generales, la comercialización de cebollas siempre conlleva enormes retos".
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