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Se detecta el mal de Panamá en Pakistán y Líbano

Tras los brotes de Jordania y Mozambique justo hace un año, la Raza Tropical 4 (TR4) del Fusarium oxysporum, la causa de la enfermedad de Panamá en las bananas Cavendish, se ha propagado a Pakistán y Líbano. También se informó de TR4 en Queensland, Australia, el pasado 15 de marzo. Estos hechos subrayan de nuevo el alcance de la amenaza que supone la TR4 para la producción global de bananas. La Universidad y Centro de Investigación de Wageningen (Wageningen UR) ha unido fuerzas con la Asim Agriculture Farm en Pakistán y el Debbane Agri Group en el Líbano para poder analizar muestras de las plantas sintomáticas, y sus resultados acaban de publicarse en la revista Plant Disease.

Hadi Bux Laghari, de la Asim Agriculture Farm, en Tando Allahyar, Sindh, Pakistán, detectó unos síntomas sospechosos de podredumbre en unas plantas de bananas e hizo una pregunta en un foro online. El científico Gert Kema, de la Wageningen UR, se ofreció a analizar unas muestras de la planta. Tras varios pasos experimentales, incluido un diagnóstico de ADN, el aislamiento del hongo y la infección de plantas sanas de banana en un invernadero aislado de la Wageningen UR, el equipo de Kema concluyó que la TR4 había, sin duda, alcanzado Pakistán. Una mayor diseminación de la enfermedad en el país supone una grave preocupación: el patógeno fue detectado en una zona que es propensa a las inundaciones y que es vecina de India, el mayor productor de bananas del mundo, con una producción anual de cerca de 30 millones de toneladas.

Líbano

Una solicitud similar llegó a la Wageningen UR a través de Debbane Frères, en el Líbano. A pesar del reducido tamaño de la zona afectada, de sólo unas hectáreas, los atentos productores dieron la voz de alarma y se enviaron muestras a analizar a Wageningen. De nuevo el diagnóstico fue TR4.

Más que un problema local
Según Kema: “No está claro cómo llegó la enfermedad a Pakistán, pero sabemos que se propaga muy rápidamente. Aunque el área afectada inicial era sólo de 6 hectáreas, tenemos informes que dicen que hay más de 100 hectáreas afectadas ya. Esto es más que un problema local, es una amenaza para toda la región. La aparición del patógeno en el Líbano es probablemente debida al transporte local de plantas infectadas, posiblemente desde Jordania, lo que subraya la necesidad de cuarentenas y de campañas de sensibilización”.

La FAO solicita medidas para evitar una mayor propagación

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha solicitado recientemente a los países que tomen medidas para evitar la propagación del mal de Panamá. Esto incluye formar a las personas en el diagnóstico del hongo, mejorar los procedimientos de supervisión y comunicación y tomar medidas preventivas y de cuarentena para evitar una mayor proliferación. En diciembre de 2014, los expertos de la FAO, Kema incluido, debatieron la situación actual y solicitaron una acción global en contra de esta enfermedad mortal para las bananas.

El mal de Panamá
El agente causante del mal de Panamá es un hongo que se transmite por el suelo, el Fusarium oxysporum f.sp. cubense. Otros genotipos del hongo, que representan la cepa 1, devastaron las plantaciones de bananas Gros Michel el siglo pasado, y constituyó lo que fue, de hecho, una de las mayores epidemias botánicas de todos los tiempos. La producción mundial de bananas se desplomó y sólo se salvó cambiando a un cultivo resistente a dicha cepa, el Cavendish.

Ahora se repite la historia. El mal de Panamá se diagnosticó en las bananas Cavendish por primera vez en Taiwán en los 90. Una nueva cepa más agresiva del hongo Fusarium, denominada coloquialmente TR4, se halló patógena al supuestamente resistente cultivo. Desde entonces, la TR4 se está extendiendo por todo el Sudeste Asiático.

“La última propagación a Jordania y Mozambique y ahora a Pakistán, el Líbano y Australia, demuestra que deberíamos considerar urgentemente opciones para una cuarentena internacional”, asegura Kema. “Una mayor expansión de la TR4 tiene potencialmente enormes consecuencias para el suministro de alimentos, así como para el empleo y la estabilidad económica en el sector internacional de la exportación de bananas”.

Variedades resistentes

Kema y su equipo están analizando actualmente grandes cantidades de bananeros en busca de resistencia a la enfermedad de Panamá. “Hay muchas variedades locales de bananas además de las Cavendish”, explica Kema. “Nuestro objetivo es encontrar frutos resistentes a la TR4 y tratar de identificar los genes responsables. Armados con este conocimiento podremos empezar a desarrollar bananas resistentes junto con nuestros socios”.

Se puede obtener un resumen de los datos en www.panamadisease.org. “Queremos obtener resultados lo antes posible para apoyar a los obtentores y a otros equipos en sus investigaciones”, concluye Kema.
Fecha de publicación: