AgroFair importó las primeras bananas de comercio justo del mundo a la UE en 1996. En ese momento, multinacionales muy conocidas desdeñaban el comercio justo, pero ahora, las bananas de comercio justo han conquistado las estanterías de muchos establecimientos. El director gerente de AgroFair, Hans-Willem van der Waal, opina que esta es una buena evolución que tiene, no obstante, una desventaja, ya que la etiqueta Comercio Justo se ha convertido en una mercancía. Por ello, él propone un nuevo estándar de sostenibilidad, específicamente para las bananas. “Muchas bananas de comercio justo provienen ahora de grandes plantaciones, pero nosotros acabamos de empezar con pequeñas cooperativas de productores”.
La cooperativa Coopetrabasur
Como ejemplo, el director menciona la cooperativa Coopetrabasur, del sur de Costa Rica, una de las pioneras en bananas de comercio justo. Los empleados de la plantación adquirieron una plantación de bananas de Chiquita hace unos veinte años, donde habían estado trabajando durante años, lo que hizo posible que los trabajadores locales y sus familias fueran propietarios de la plantación. En los últimos años, sin embargo, está resultado ser cada vez más difícil llevar las bananas de esta cooperativa a las tiendas europeas.
“Tenemos varios clientes leales, pero no son capaces de comprar todo el volumen. A pesar de que el cultivo es de menor escala que el de las grandes plantaciones, para los minoristas es, de hecho, una oportunidad para poner cara a los trabajadores y a sus familias. No es sólo una pegatina, hay una historia detrás. Queremos volver a darle dimensión humana al concepto. Además, los costes no son mayores que para otras bananas de comercio justo y, como estamos trabajando con cooperativas de varios países, siempre disponemos de producto”.
De camino a una vida mejor
En todas las plantaciones, AgroFair cuenta con su propio personal de calidad para supervisar el cultivo. “Pero los de Coopetrabasur son los jefes de su propia plantación”, enfatiza Hans-Willem. “Estas personas están vinculadas a su tierra. Son emprendedores que han comprado la plantación y son capaces de cultivar bananas de gran calidad. Por supuesto, también podrías pedir a esas personas que se convirtieran en trabajadores inmigrantes en otros lugares, pero al final se trata de su identidad como productores a pequeña escala”.
“La prima por comercio justo constituye unos ingresos fiables que les aseguran que no acabarán en la pobreza. Esto hace que puedan conseguir un puesto mejor en la cadena de negocio, para que puedan vivir de su trabajo e invertir en un futuro sostenible. Además, los minoristas tienen la gran oportunidad de beneficiarse de las cooperativas así de pequeñas, porque los consumidores son cada vez más conscientes del origen de sus productos. Yo reto a los minoristas innovadores a adoptar esta organización y contribuir activamente a combatir la pobreza. Me imagino, por ejemplo, una promoción de consumo en la que los ganadores del premio puedan visitar la plantación”.
Ventas de bananas
“Algunos supermercados están tratando de ofrecer parte de sus bananas por debajo de 1 euro, temporalmente o durante todo el año. Estamos hablando de 1 kilo de bananas. La verdad es que esto le manda un mensaje equivocado al consumidor, pues le da la impresión de que estos precios tan bajos son normales. Desafortunadamente, no es sí, en vistas de cómo se eliminan todos los eslabones de la cadena y se le da al consumidor la sensación de que un precio de 1,80 euros por kilo no es realmente necesario. Esto hace pensar al consumidor que, en comparación con una bolsa de manzanas, por ejemplo, tal precio es normal”.
En los últimos años, las bananas de comercio justo ecológicas están al alza. Varios minoristas escandinavos incluso han optado por no incluir más las bananas convencionales en su surtido de producto. Aunque AgroFair también vende bastantes bananas ecológicas, está convencida de que también debería haber suficiente margen para las bananas de comercio justo, más responsables y respetuosas con el medioambiente. “No hay un lugar en el mundo en el que se puedan cultivar sólo bananas ecológicas. Simplemente porque las condiciones meteorológicas no lo permiten. Además, se puede mejorar mucho para hacer el cultivo convencional más sostenible”.
Por eso AgroFair aboga por un nuevo estándar para la producción de bananas, elaborado por agrónomos y científicos, para alcanzar modelos de producción sostenible con un uso significativamente menor de pesticidas y nematicidas. “Los nematicidas matan el suelo y como 2015 es el Año del Suelo eso debería llamar nuestra atención sobre el uso del agua y la huella de carbono. Estoy convencido de que un suelo más saludable puede dar a los productos locales un gran impulso”.
“En todo lo que hace AgroFair, con nuestro espíritu pionero, buscamos proyectos socialmente responsables y sostenibles y productos que mejoren la situación de la población local. Y no tenemos miedo de destacar. Igual que el ejemplo de la cooperativa Coopetrabasur. Para poder llevar a cabo esto, tenemos un surtido de bananas que suponen el 80% de las ventas, complementadas con piñas, cocos, naranjas, yuca y purés y zumos de frutas”, explica Van der Waal.
Recientemente, AgroFair ha comenzado con los tomates de comercio justo de África. “Ahora mismo, están llegando botes llenos de gente a España e Italia para trabajar allí como inmigrantes. Estarían mucho mejor cultivando en países como Marruecos, Túnez o Senegal”, concluye Van der Waal. “Las perspectivas de futuro de la compañía son seguir activa con proyectos y productos relevantes que enfaticen la identidad de AgroFair”.
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