En estos momentos hay muy pocos envíos de limones desde Argentina. Solo se registran exportaciones de las provincias de Salta y Jujuy, que por encontrarse en el norte cuentan con la fruta más temprana de país.
“Los envíos de Argentina hasta el momento rondan el 10% de lo que se exportaba en el mismo periodo de la temporada 2014. Esto se debe a que Tucumán aún no ha cargado nada”, afirma el ingeniero Carlos Parravicini, vicepresidente de ALL LEMON.
Con semejantes precipitaciones el retraso en los envíos era de esperar. ¿Pero en qué medida han afectado las inundaciones a la producción de la principal región limonera del mundo?
“No hemos alcanzado el 100% de nuestra capacidad, pero en cuanto a producción Tucumán está mucho mejor que el año pasado; recordemos que el año pasado por las heladas y la sequía tuvimos una caída del 60%. El daño de la lluvia afecta principalmente la estructura logística y no la producción, por lo que el volumen esperado en la provincia es, sin duda, mayor que la del año pasado. ¿Cuánto mejor? Para responder esa pregunta deberemos esperar el transcurrir de la campaña”, explica Carlos.
Los embarques de fruta tucumana comenzarán en los próximos días, mientras tanto la baja oferta en el mercado está generando un buen mercado para el limón Verna español y la fruta sudafricana.
“Nosotros a Sudáfrica lo vemos muy condicionado por su tema cuarentenario y la gran disputa con España, que está muy preocupado en evitar que ingresen enfermedades a su territorio. El año pasado los sudafricanos priorizaron un poco más otros mercados en desmedro del europeo y a ellos les va siempre bien en países árabes y del Sudeste Asiático. Esto son mercados que nos interesa mucho desarrollar más, logísticamente es interesante porque el flete es económico.
ALL LEMON, el sello de calidad para los limones de exportación de Argentina.
Si bien para los sudafricanos Europa sigue siendo el mercado más importante, este año la escasez de calibres grandes, muy buscados en el mercado europeo, desviaría más fruta hacia los mercados asiáticos, donde los calibres menores son preferidos y se paga muy bien por la fruta.
“Creo que dentro de la Unión Europea la competencia se dará al comienzo entre los últimos Verna y nuestros limones, pero los españoles se quedarán pronto sin limón porque están despachando a un ritmo muy acelerado. Después Argentina quedará sola en el mercado por un periodo que puede variar de 12 a 15 semanas”, comenta Carlos.
Rusia es otro gran mercado para el cítrico argentino, pero la reciente crisis hace dudar de su fortaleza.
“Con Rusia tenemos la incógnita que tienen todos. Durante la feria World Food Moscow hablábamos de 36 rublos por dólar y hoy estamos en el orden de los 50. Vamos a ir con mucho cuidado porque los importadores nos dicen que tienen que ver cómo responden los consumidores al aumento de precio de la fruta”, comenta, y añade: “Nosotros no podemos bajar mucho nuestros precios para venderle a los rusos, ya que Argentina tiene altísimos costos laborales. Los salarios en pesos aumentan entre un 30% y un 35% por año, mientras que nuestra moneda solo se devalúa entre un 8% y un 10%”, explica Carlos.
La pega es el euro y la industria es competencia
“Argentina no encuentra demasiados atractivos para comenzar su campaña de fresco en Europa, por el tipo de cambio. Donde el año pasado había precios de inicio de 17 a 18 euros que significaban de 23 a 24 dólares, hoy en día necesitamos unos 22 euros para lograr el mismo monto”, indica Carlos.
Y es que, en definitiva, los precios de venta en el mercado europeo, hasta el momento, son parecidos a los de igual periodo del año pasado, mientras que los costos de producción argentinos se han elevado sensiblemente y la devaluación del euro ha pegado fuerte. “Necesitamos que el mercado pague un 15% más en euros para lograr valores que se correspondan con los costos de producción y creo que lo conseguiremos. Nosotros comenzaremos cuidando al máximo la calidad para no afectar las cotizaciones en forma negativa y responder a la demanda europea con toda la fruta que el mercado requiera”, afirma Carlos.
Por otro lado, la industria competirá fuertemente con el fresco. En la Argentina cada año casi el 80% de la producción se destina al potente polo industrial nacional. Esto se debe a la alta calidad y eficiencia del limón tucumano en obtención de aceites, jugos y cáscara, y a que la producción en altura (400 metros sobre el nivel del mar) exige mucha presión de selección para lograr la calidad que All Lemon certifica.
“Este año la alternativa industrial es otro competidor que tiene el mercado del fresco, ya que los productos industriales se encuentran a precios históricamente altos y absorberá una gran cantidad de fruta a un buen precio”, concluye Carlos.
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Carlos Parravicini
ALL LEMON
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