La compañía Mirtsidis, fundada en 1970 y asentada en una zona de producción de ajo tradicional en el norte de Grecia, está especializada en la producción, el envasado y la comercialización de ajo. El productor Konstantinos Mirtsidis afirma: "Tenemos un almacén de 2.500 metros cuadrados, así como cámaras frigoríficas e instalaciones de secado".
El propietario añade que el ajo tiene mucho consumo en Grecia, ya que es esencial para la gastronomía del país. "Suele tener un precio estable, actualmente de 2,5 euros por kilo, un buen precio tanto para el productor como para el cliente. La demanda continúa creciendo y se debe principalmente a la calidad".
Otro aspecto importante para conservar la calidad es que el ajo no hay que almacenarlo durante demasiado tiempo, aunque los precios sean bajos, pese a la difícil situación económica. En su opinión, se tardarán todavía otros cuatro o cinco años en mejorar. Es optimista en cuanto al futuro de la compañía, ya que "pese a la competencia de países como China, Argentina o España, el ajo garantiza un mercado más estable que la mayoría del resto de productos".