El reclamo
Muchos supermercados utilizan bananas baratas como reclamo para los consumidores. Cuando esto sucede no se sabe cuánto queda al final para los productores de bananas y sus trabajadores. Peter d’Agremond, director de la Fundación Max Havelaar, afirma: “Me gustaría que los supermercados garantizaran a los productores de bananas un precio mínimo que les dé más oportunidades de invertir en su futuro. PLUS y Spar han demostrado que el comercio justo da frutos. Estas compañías se han cambiado totalmente a las bananas de comercio justo, que tienen requisitos estrictos de pago a los agricultores y a las organizaciones de trabajadores, y vendieron más bananas el año pasado”.
Crecimiento
La prima está directamente ligada a la venta de productos de comercio justo en los Países Bajos, que aumentó un 8% el año pasado hasta un valor minorista de 213 millones de euros.
Este aumento es congruente con la investigación llevada a cabo por GfK, que muestra que el número de hogares que compran productos de comercio justo ha aumentado en un 6%. Esto significa 500.000 hogares más que en 2013. Como resultado, las organizaciones de agricultores y las plantaciones recibieron más de 5,2 millones de euros en primas, que se han invertido, entre otras cosas, en formación para la producción sostenible, en mejora de la calidad y en sanidad.
Retos
El cambio climático es un gran reto para los productores de comercio justo y es especialmente difícil para los productores de café. Debido al aumento de la temperatura y las lluvias impredecibles, los productores ven cómo sus cafetales producen menos bayas y a veces incluso tienen dificultades para sobrevivir. Junto con el ICCO, FairClimate y la cooperativa de café de Etiopía OCFCU, Max Havelaar ha puesto en marcha la Asociación de Comercio Justo para el Carbono, que apoya a los productores de café en la lucha contra el cambio climático. Como parte de este programa, Jumbo (cadena de supermercados) presentó el primer café de comercio justo de efecto neutro para el clima el año pasado.