“Tenemos condiciones meteorológicas muy favorables en toda Europa que nos están aportando una calidad inmejorable en la fruta, así como unos volúmenes adecuados, más bajos respecto a la campaña pasada. Además, la demanda es alta esta temporada Dadas estas circunstancias, ‘las reglas del juego’ nos dicen que los precios deberían ser altos, o al menos correctos para poder ganarnos la vida”, señala.
Aunque juega un papel importante el tipo de confección que cada comercializadora pueda tener, las cestas de fruta de hueso son los envases en los que más se ha presionado a la baja. Han pasado de pagarse 65 céntimos en origen a en torno 44 céntimos, que supone “una ruina para el agricultor”, de acuerdo con el exportador.
Por otra parte, parece ser que la situación comercial incierta de Grecia ha llevado a que el mercado se inunde de fruta con precios regalados y que, de acuerdo con Josep Presseguer, han provocado el desplome de los precios en los mercados de Europa del Este, “aunque esto no lo explica todo, obviamente”, añade.
“Veremos si estamos delante de un cambio de modelo o se trata de movimientos coyunturales o especulativos en un momento determinado. Puede ser que nos encontremos ante un escenario de reconversión del sector que finalmente pueda terminar con una reconcentración de la oferta y con el abandono del campo para muchos agricultores”, asevera Presseguer.
“Es triste, los agricultores no producen fruta para que se retire”
Todavía hay pendientes reuniones con la Comisión Europea y el Ministerio de Agricultura de España. “Esperamos que se prorroguen las medidas excepcionales por los efectos del veto ruso tanto para la fruta de hueso como para otras frutas que lo necesiten. No obstante, seguirá siendo triste, porque nuestros productores no trabajan para que su mercancía vaya a retirada o se transforme en otra cosa, sino para que el consumidor disfrute de su calidad”, concluye.
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