La intensidad de la sequía aumentó en julio, pues algunas regiones solo recibieron el 5% de la cantidad media de lluvias durante las dos primeras semanas del mes. Se ha registrado un déficit del 60% en las lluvias de principios de verano en diversas de las principales zonas de producción de hortalizas del sector, mientras que las temperaturas se han mantenido más altas de lo habitual.
En abril y mayo se produjeron ligeras lluvias primaverales, seguidas de un prolongado periodo de sequía en junio y julio, lo que ha provocado daños irreversibles en la mayoría de cultivos plantados en primavera. Los problemas han sido agravados por las altas temperaturas y los fuertes vientos, que combinados aumentaron las tasas de evaporación, lo que redujo la productividad y dio lugar a escasez de cultivos en el norte y en el oeste y, desde finales de julio, también en el este de Europa, donde prácticamente todos los cultivos de hortalizas se destinaron a la transformación.
A principios de julio se expresó la preocupación por una posible reducción de hasta el 20% en varios cultivos, que ahora se han hecho realidad. Se están registrando importantes problemas para los guisantes y las judías, cuya cosecha está prácticamente finalizada, y para las judías verdes, cuya cosecha ya está en el ecuador en Europa del Este, donde la escasez es de entre el 40 y el 50%. La producción de minizanahorias también ha disminuido mucho e incluso si llueve en la segunda mitad de agosto, los cultivos que se recolectan más tarde, como la coliflor, el brócoli y el maíz, no se recuperarán de los daños ya causados.
A principios de julio se expresó la preocupación por una posible reducción de hasta el 20% en varios cultivos, que ahora se han hecho realidad. Se están registrando importantes problemas para los guisantes y las judías, cuya cosecha está prácticamente finalizada, y para las judías verdes, cuya cosecha ya está en el ecuador en Europa del Este, donde la escasez es de entre el 40 y el 50%. La producción de minizanahorias también ha disminuido mucho e incluso si llueve en la segunda mitad de agosto, los cultivos que se recolectan más tarde, como la coliflor, el brócoli y el maíz, no se recuperarán de los daños ya causados.