Una amplia gama de importaciones alimentarias de Bulgaria ya está sujeta al veto alimentario ruso, que Rusa puso en vigor el año pasado en respuesta a las sanciones occidentales impuestas al país por su papel en la crisis ucraniana.
Las nuevas restricciones se introdujeron después de que Bulgaria reconociera que varios certificados de exportación y reexportación eran falsos, según una declaración del servicio de vigilancia agrícola, el Rosselkhoznadzor. El Rosselkhoznadzor ha impuesto un veto temporal a todas las importaciones y reexportaciones agrícolas de Bulgaria.
El 25 de abril, Rusia impuso un veto a las frutas y hortalizas reexportadas desde Bulgaria debido a varios casos en los que se presentaron certificados falsos. El Rosselkhoznadzor sospechaba que las manzanas exportadas, que según los certificados búlgaros se reexportaban desde Brasil, Marruecos y China, en realidad provenían de países de la UE, según informó entonces la agencia de noticias Interfax.
Disminuye la llegada de productos vetados al mercado ruso
"El volumen de estos productos ha disminuido marcadamente después de que empezaran a ser destruidos. Cuando comenzamos a destruir [los productos de contrabando], los responsables de las autoridades aduaneras empezaron a informar de que habían dejado de llegar muchos de ellos por el grave impacto en los resultados económicos para las compañías que tomaban parte en dichas actividades, [la importación de productos alimentarios vetados]", declara Belianov, a quien cita la publicación TASS.
Alquilar suelo en Rusia podría volverse más difícil para las compañías extranjeras
Los inversores extranjeros que quieran invertir en Rusia desarrollando suelo ruso o trabajando con él podrían, en el futuro, sufrir restricciones de tan solo entre tres y diez años de uso de una parcela individual, según el Ministerio de Agricultura ruso. Otra posibilidad sería restringir a los inversores extranjeros en términos de cantidad de tierra empleada, no más del 5 por ciento de cualquier municipio. El ministerio también está considerando prohibir a las compañías con beneficiarios extranjeros la adquisición de tierra. Todo esto en el nombre de preservar la integridad del suelo ruso, según el ministerio.