Los patógenos pueden infectar a los humanos de muchas formas. En las frutas y las verduras, puede ocurrir durante la producción y el procesado. Mediante el uso de buenas prácticas agrícolas (BPA, o GAP en inglés), como una buena higiene industrial y personal, estos patógenos pueden controlarse. Existe un riesgo de infección relativamente bajo, pero su impacto puede ser muy grande. Muchas frutas y verduras no se cuecen y su preparación en la cocina puede provocar contaminación cruzada.
Una morbilidad significativa
El informe de la OMS muestra que existe una considerable morbilidad de las enfermedades relacionadas con los alimentos. Cada año, 600 millones de personas (casi una de cada 10) enferma por consumir alimentos contaminados. Los más vulnerables son los niños menores de 5 años y las personas con bajos ingresos en África y el Sudeste Asiático. Aunque Europa posee la menor morbilidad estimada, más de 23 millones de personas al año enferman por alimentos contaminados, que provocan 5.000 muertes al año.
En los Países Bajos, hubo en 2014 menos brotes por alimentos contaminados que en 2013. Sin embargo, el número de pacientes aumentó. Los norovirus fueron la causa principal de enfermedades transmitidas por los alimentos.
La mayoría de casos de enfermedades transmitidas por alimentos provienen de los productos agrícolas frescos
Entre 2004 y 2013, las frutas y verduras resultaron ser las causantes de 629 brotes con 19.932 casos de enfermedades en EE. UU. Esto significa que las frutas y verduras son responsables de la mayoría de los casos. Si los resultados tuvieron en cuenta los datos de consumo, las frutas y las verduras serían los productos más seguros que consumir, después de los productos lácteos. En ese periodo de diez años, la salmonela (>25%) y los norovirus (>60%) se han identificado como las dos causas principales de enfermedades transmitidas por alimentos a través de frutas y verduras.