Se ha percibido un cambio real en los mercados de ventas para la fruta holandesa en 2015. Después de la salida del mercado ruso a mediados de 2014, se vendieron más peras holandesas en Europa en particular. En cuanto a las verduras, se exportó mucho más a Italia y España. Hizo tanto calor en España este verano que la producción local no empezó hasta más tarde, lo que dio oportunidades a los productos holandeses. "En general, se demuestra que una pequeña reducción de la oferta puede causar un aumento considerable en el precio. Un aumento del consumo podría tener el mismo efecto, lo cual es positivo para el futuro. Esperamos que la gran cantidad de atención hacia las frutas y verduras se convierta al final en un aumento del consumo", según explica Gert Mulder, director de GroentenFruit Huis.
No ocurrió lo mismo en 2015. En los Países Bajos, las compras de verduras frescas en los hogares descendieron en volumen un 3%; las de las frutas, un 0,5%. La magnitud de la influencia de cambiar a la comida preenvasada, las ensaladas y al auge de las mezclas aún no se puede mostrar en cifras.
La importación tiene un papel protagonista para las frutas. Su valor aumentó un 9% hasta más de cuatro mil millones de euros. El valor de importación de las verduras se mantuvo estable en 1.100 millones de euros. Los cinco mayores países de importación de frutas y verduras son España, Sudáfrica, Perú, Chile y Brasil. Al nivel de la producción, las bananas, los aguacates y las "berries" y frambuesas son las frutas que más han crecido en importaciones.
Fuera de Europa, se logró cierto éxito en cuanto a la apertura de nuevos mercados. China, Vietnam, Panamá y Brasil están entre las naciones que abrieron sus fronteras a los productos holandeses. Las cebollas holandesas se exportaron a nada menos que 120 países.