Se ha predicho un año difícil para el banano ecuatoriano por diversos motivos: la debilidad del mercado ruso, un retraso en la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea, la amenaza del fenómeno de El Niño. Todo esto significa que la industria del banano, el primer producto de exportación no petrolera de Ecuador, se prepara para un 2016 complicado.
El sector no es inmune a los reveses sufridos por la economía ecuatoriana, dolarizada desde 2000, por la apreciación del dólar estadounidense y la caída drástica de los precios del petróleo, fuente de la mitad de la divisa extranjera generada por las exportaciones.
Rusia, que compra el 95% de los bananos ecuatorianos, está experimentando una desaceleración económica por la rápida devaluación del rublo y una menor poder adquisitivo, pero sigue siendo el primer cliente de Ecuador, al absorber el 23% de su producción.
Quito lucha por mantener su posición en el mercado europeo, que es su cliente principal, aunque también es donde se encuentra la competencia directa de los productores europeos (las islas Canarias en España, Madeira en Portugal y las Antillas francesas), africanos, caribeños y del Pacífico y el resto de Latinoamérica.
La situación podría empeorar todavía más, ya que la intensa lluvia de El Niño podría afectar al 20-30% de la producción. Freddy Barros, administrador de la AEBE (Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador), explica que "el exceso de lluvia afecta a los bananos; la tierra se satura de agua y los bananos sufren de estrés, lo que los daña".
Fuente: ecuadortimes.net