"No es un año espléndido para los productores de cítricos"
“La demanda ha sido muy intermitente, sobre todo en noviembre y diciembre, donde pensábamos que la mercancía saldría al mercado con mayor facilidad y a precios más altos”, señala. “Llegados a este último tramo de campaña, los precios siguen sin ajustarse a la realidad de la disponibilidad de producto, pese a que en el campo sí se están pagando precios altos por la fruta”.
Por parte de los agricultores, a pesar de que los precios han sido mejores, la gran falta de producto no les ha permitido incrementar mucho los márgenes de beneficio, sino algo más que los costes de producción. “No es un año espléndido para los agricultores”, indica José Enrique.
“El sector sigue desunido ante la presión de la gran distribución”
Con unas 35 empresas inscritas, la IGP Cítricos Valencianos se encarga tanto de la certificación como de la promoción de los cítricos valencianos.
“Contando con un registro de los almacenes y parcelas de las cooperativas y empresas adscritas a la IGP y con certificado de producto vigente, controlamos toda la trazabilidad mediante inspecciones, asegurándonos de que se cumple con los requisitos que establecemos de calidad para categoría I, alta y extra”, expone el gerente. “El segundo pilar de la IGP es la promoción, para que se dé a conocer la marca paraguas de los almacenes inscritos, pretendiendo ser el denominador común del sector de cítricos en la Comunidad Valenciana”.
De acuerdo con José Enrique Sanz, los destinos de exportación tradicionales como Francia, Reino Unido, Alemania o Bélgica conocen la tradición valenciana de más de cien años en la producción y comercialización de cítricos, y saben que “existe una diferencia frente a otros orígenes que vinieron detrás, aunque falta que estén dispuestos a pagarnos el precio que corresponde. Pero, debido a la gran oferta de cítricos disponible en el mercado, lo utiliza para presionar los precios y convertirlo en un producto reclamo para vender otros productos. Valoran la cantidad más que la calidad, aprovechando que hay orígenes que ofrecen precios más bajos, y las empresas valencianas no están sabiendo luchar contra esto, siguen desunidas, no hay cohesión para defender los precios de los cítricos”.
La IGP busca inscribir más variedades de clementina tardías
La IGP comenzó con unas 28 variedades de naranja y mandarina en el reglamento cuando se fundó en 2009 y ahora cuenta ya con 48 variedades, de las cuales, algunas “se están quedando obsoletas, mientras que tenemos la necesidad de ampliar a nuevas variedades con potencial en mercado”, afirma José Enrique.
La tendencia del sector es a plantar más variedades en los extremos de campaña para obtener más rentabilidad, dada la alta saturación de producto que se da a mediados de campaña. Tal es el caso de Navelina y la reciente incorporación del CVVP, la extra temprana M7. Cada vez se acorta más el recorrido comercial de la Navel, pasando directamente a Navel Lane Late y más adelante a variedades tardías interesantes por su calidad gustativa y su piel gruesa que permiten exportarse a largas distancias, destacando Navel Chislett, Navel Powell entre otras”.
“Haremos hincapié en aquellas que ya tienen reconocimiento comercial. Estamos buscando ampliar a variedades tardías muy demandadas y bien cotizadas como Nadorcott, Orri o Murcott”.
José Enrique Sanz
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