Según la Clínica de Dermatología de la Universidad de Arkansas de Ciencias Médicas, "si comes demasiadas zanahorias, tu piel puede cambiar de color debido al betacaroteno –fuente primaria de vitamina A– presente en muchos alimentos de color naranja". Aunque tal vez no te pongas naranja exactamente, el consumo de betacaroteno vuelve la piel de un color amarillento.
Esto se conoce como carotenemia, pero es diferente de la ictericia porque no provoca que la parte blanca de los ojos se ponga de color amarillo; principalmente, afecta a la nariz, las palmas y las plantas de los pies.
Pero no te preocupes, según los estudios sobre esta enfermedad cutánea normalmente benigna, "habría que consumir una cantidad excesiva de alimentos ricos en betacaroteno durante un periodo prolongado de tiempo para que ocurriera".
Desafortunadamente, ningún estudio ha determinado qué cantidad podría ser excesiva, pero considerando que, aproximadamente, hay una infinidad de cosas más satisfactorias con las que darse un atracón que las zanahorias, no hay que preocuparse.
Si te preocupa mantener tu color humano, la mayoría de los alimentos que hay que evitar en exceso son de color naranja, como los boniatos y las calabazas. Algunos causantes de la carotenemia más discretos son las hortalizas de hojas de color verde oscuro y las judías verdes.
Este desorden es más común en los bebés, puesto que los alimentos infantiles contienen muchas hortalizas ricas en caroteno, pero si tienes carotenemia, el remedio es muy sencillo. Raramente se asocia a enfermedades graves y lo único que tienes que hacer es sustituir algunos de esos alimentos ricos en betacaroteno por cualquier otro.
No obstante, podría tardar varios meses en desaparecer.
Fuente: dailytimes.com.pk