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Consumir más frutas y verduras podría salvar el mundo

Un informe publicado el lunes 21 de marzo en la revista Proceedings de la National Academy of Sciences argumenta que un cambio drástico en la dieta no solo podría ahorrar billones de dólares, sino también salvar millones de vidas, ya que un cambio en los patrones globales de alimentación tiene el potencial de reducir la carga planetaria de emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a detener los peores efectos del cambio climático.

El informe explica que las emisiones relacionadas con los alimentos podrían reducirse entre un 29% y un 70% en 2050 si la población mundial se adhiriera a ciertas directrices dietéticas establecidas por las agencias globales de salud. La mortalidad global podría reducirse hasta un 10% —lo que evitaría hasta 8,1 millones de muertes al año— y podrían ahorrarse entre 1 billón y 31 billones de dólares.

Si esas estimaciones parecen variar muchísimo, es por un buen motivo. Marco Springmann, investigador en el Programa Oxford Martin sobre el Futuro de la Alimentación y coautor del estudio, afirma que las sorprendentes diferencias en las estimaciones reflejan varios escenarios diferentes, por ejemplo, un escenario en el que las personas simplemente consumen menos carne y más productos agrícolas, frente a otros escenarios en los que todos los habitantes del mundo se vuelven vegetarianos. Mientras que los últimos casos pueden parecer extremos, incluso un cambio moderado podría ayudar drásticamente a la humanidad, según el estudio.

Más de una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la producción alimentaria, y hasta un 80% de ellas procede de la ganadería con uso intensivo de recursos.

Las emisiones de carbono producidas por el ser humano son la fuerza principal que impulsa el cambio climático y su lacra de efectos capaces de cambiar el mundo, como sequías, aumento del nivel del mar y crisis de salud humana.

En uno de los escenarios propuestos por la investigación, todas las personas de la Tierra tendrían que consumir un 25% más de frutas y verduras y un 56% menos de carne roja para salvar 5,1 millones de vidas al año y lograr una reducción del 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Springmann señala que estas cifras son globales y que, en la práctica, las distintas partes del mundo tendrían que adoptar enfoques diferentes. Por ejemplo, mientras que el consumo global de frutas y verduras tendría que aumentar un 25%, los habitantes del África subsahariana tendrían que empezar a consumir un 190% más de productos agrícolas.

Si el planeta se volviera completamente vegetariano, según el informe, se podrían evitar hasta 8,1 millones de muertes al año.

Los autores del informe hacen un llamamiento a los gobiernos del mundo para fomentar nuevos hábitos alimentarios. También sugieren que las personas usen estos datos como un llamamiento renovado para comprar alimentos más saludables.

Fuente: huffingtonpost.com

Fecha de publicación: