"Hay ciertas marcas en las que, simplemente, te fías de la caja", señala Cobus van Graan, de Fruit One. "No importa qué variedad contenga la caja, sabes que la calidad está asegurada. Pero lo que vamos a hacer con la Tango es promover la marca de la variedad". Eso supone ser una de las pocas compañías que comercializarán la variedad, para conservar cierta exclusividad. Dado que no todo el mundo la tendrá, Cobus espera ganar cuota en el mercado europeo, que busca una nueva mandarina con muchos atributos favorables.
"Ya hemos plantado más de 150 hectáreas de Tango y hay más previstas en el horizonte en los tres próximos años. Buscamos garantizar algunos cientos de hectáreas de producción para la Tango y estamos muy entusiasmados", añade Cobus. "La fruta tiene muy buen aspecto y creemos que funcionará excepcionalmente bien, porque es una buena variedad de mandarina tardía y sin semillas". Hablando de forma más general, apunta que es un buen momento para estar en la industria de las frutas y hortalizas frescas en Sudáfrica. Aunque la sequía y el granizo han acarreado retos significativos, opina que la producción y la innovación varietal que se observa en estos momentos es lo que hace infunde tanta emoción a las cosas. No obstante, todavía hay importantes obstáculos para la expansión.
"Yo creo que el factor más limitante es la garantía de agua y su acceso", asegura Cobus. "Hay importantes zonas de tierra cultivable de alto potencial, pero la asignación de agua debe estar garantizada y hay que incrementar el almacenamiento de agua para plantar más cultivos a largo plazo". En estos momentos, la demanda de limones es inmensa y los productores están tratando de dedicar tanta tierra como sea posible a su producción. Pero este tipo de cultivos requieren grandes cantidades de agua y esta no está disponible en muchas partes del país. Sea cual sea la solución, Cobus opina que una remodelación positiva de la situación desembocará en una enorme expansión de la producción de los cultivos demandados.
Otros obstáculos son a más corto plazo, como la sequía que ha azotado a los productores este pasado año. el mayor efecto en la comercialización de cítricos este año será que la fruta será más pequeña. Aunque, dado que Sudáfrica es un exportador global de cítricos tan grande, Cobus opina que los compradores se las apañarán con los calibres disponibles de menor tamaño. No obstante, en el caso de Rusia, que, por lo general, prefiere fruta grande, el problema está resuelto en el sentido de que la precaria situación económica que vive hace que sea menos probable que los exportadores hayan acudido a ese mercado en primer lugar.
El granizo también ha reducido la producción de cítricos. En torno al 25 por ciento del suministro de cítricos de Fruit One ha sido destruido por el granizo, y eso significa menos fruta exportable para los clientes de la empresa. Eso se traducirá en que algunos canales recibirán menos suministro y eso afectará al balance. No obstante, Cobus señala que, aunque en este negocio todo el mundo está para hacer dinero, hay efectos que van más allá de los resultados económicos, y esas son cosas a las que la empresa también les presta mucha atención.
"Solo en la zona de Hoedspruit se han perdido en torno a tres millones de cajas de cítricos a causa del granizo, y esto afectará negativamente a la comunidad circundante y a las partes interesadas de la industria en los próximos años", advierte. "Si no llueve pronto tendremos otra sequía en la temporada 2017, y eso afectará también al negocio. Pero estas cosas cuestan dinero a la gente porque este negocio requiere de mucha mano de obra. El negocio continuará, pero las comunidades sentirán los efectos en los próximos años".
Estas preocupaciones coinciden con los principios fundamentales de la empresa. Las superficies de producción están organizadas de forma que los socios de las comunidades tengan una participación de las explotaciones que trabajan, y Fruit One aplica un programa activo en el trabajo con estas comunidades. La empresa exporta 2,5 millones de cajas de cítricos cada años que cultiva en más de 2.000 hectáreas, pero la mayor preocupación sigue siendo el desarrollo de las personas con las que trabaja la empresa.
"También existe un aspecto de conciencia social", añade Cobus. "Queremos reinvertir en las personas conforme crecemos".