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Los osos podrían salvar a los cerezos del cambio climático

Un equipo de científicos japoneses ha estado siguiendo rastros de animales en busca de heces de oso con semillas de cerezas en su interior. Su objetivo es descubrir si los osos pueden ayudar a los cerezos a escapar del cambio climático, ya que los árboles dependen de los animales para propagar sus semillas.

A medida que el clima global se vuelve más cálido, a las plantas y animales les cuesta más sobrevivir en los lugares en los que entes prosperaban. Para vivir, tendrán que emigrar a lugares donde el clima les resulte más familiar. Normalmente, significa hacia uno de los polos, o montaña arriba. Estas migraciones ya están ocurriendo, pero una de las grandes preguntas sin respuesta sobre el cambio climático es si otras especies —las plantas, en particular— podrán moverse lo bastante rápido como para colonizar nuevas zonas, ahora más cálidas, antes de que sus hábitats actuales se vuelvan inhabitables.

Para las plantas, una forma de sobrevivir, al menos a corto plazo, podría ser trasladarse montaña arriba. "Probablemente sea la forma de escapada más eficiente para las plantas", afirma Shoji Naoe, que dirige el estudio sobre los osos y los cerezos. Moverse 100 metros verticalmente en una montaña puede traducirse en una caída de la temperatura mayor que moverse 100 metros hacia uno de los polos.

Naoe y sus compañeros han tratado de averiguar si los mamíferos que dispersan las semillas de cereza las trasladan lo bastante rápido y lo bastante lejos como para marcar la diferencia. El cerezo que han estudiado, Prunus verecunda, solamente dispersa sus semillas atrayendo a los animales para que coman sus frutas. Cuando los científicos analizaron sus rutas, identificaron, por el tamaño, la forma y el olor, las heces de dos especies concretas entusiastas de las cerezas, los osos negros asiáticos y las martas japonesas.

Lo que han descubierto es que los animales —sobre todo los osos— estaban transportando las semillas de cerezas a lo largo de varios cientos de metros, un cambio de altitud lo bastante grande como para que, en teoría, los árboles puedan ascender a la velocidad a la que se calienta el clima. Además, los osos casi siempre desplazaban las semillas montaña arriba.

Se trata de un hallazgo muy interesante y sorprendente. Los osos no solamente trasladaban las semillas lo bastante lejos como para que tengan una oportunidad de sobrevivir, sino que también las trasladaban en la dirección correcta. ¿Qué estaba pasando?

Los científicos creen que los cerezos se están beneficiando de la época en la que producen frutas, en primavera. En esa temporada, los osos suelen dirigirse a las montañas, y pastan por el camino. Como las temperaturas a mayor altitud son más frías, esas plantas producen frutos, es decir, comida para los osos, más avanzada la temporada. Da la casualidad de que los osos, siguiendo a las frutas, van en la dirección que es más beneficiosa para los cerezos.

Es una buena noticia para los árboles que producen semillas en primavera. Pero podría funcionar a la inversa para los árboles que dan frutos en otoño: en esa estación, los animales como los osos bajan de las montañas a medida que empieza a hacer frío, y, si llevan semillas con ellos, podrían plantar esas semillas a altitudes demasiado cálidas, donde nunca se convertirán en árboles prósperos. También se aplicaría solamente a los árboles de climas templados, según señala Naoe, ya que los climas tropicales no tienen los mismos ciclos estacionales.

Los estudios como este pueden contribuir a centrar los esfuerzos en ayudar a la migración: si los osos están reubicando los cerezos más arriba en las montañas, no es necesario que lo hagan los humanos, que pueden centrarse en trasplantar, por ejemplo, manzanos.

Fuente: atlasobscura.com
Fecha de publicación: