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Chiquita podría dejar Nueva Orleans

La compañía Chiquita regresó a Nueva Orleans (Luisiana, EE. UU.) hace dos años, pero vuelve a considerar trasladar su negocio de carga a otro lugar; una jugada que tiene a los oficiales portuarios luchando por intentar evitar que la compañía abandone la ciudad que una vez fue el mayor importador de bananas del país, según informa theadvocate.com.

La despedida de Chiquita Brands International, uno de los mayores exportadores de bananas y otras frutas del mundo, podría costar hasta 350 puestos de trabajo y cientos de millones de dólares de actividad económica prevista para el puerto en la próxima década.

Las autoridades portuarias y los funcionarios del estado trabajan para averiguar si de verdad Chiquita está planeando marcharse y, si es así, si podrían tratar de convencerla de lo contrario.

Aun así, circula el rumor "por los muelles" de que la compañía de Carolina del Norte ya está camino de salir, según el presidente y director ejecutivo del puerto Gary LaGrange. Confiesa que, cuando oyó la noticia por primera vez, se sintió "consternado".

La mala noticia se propagó enseguida entre los funcionarios marítimos y los empresarios locales; muchos han rechazado hacer comentarios y alegan que aún están tratando de evaluar si la rumoreada despedida es un trato cerrado.

En unas declaraciones del jueves 12 de mayo, el Puerto de Nueva Orleans explicó que su junta "está al tanto del interés potencial de Chiquita de perseguir otras opciones logísticas estratégicas", pero que no ha recibido ningún aviso oficial de la compañía.

La oficina de Desarrollo Económico de Luisiana tampoco ha recibido ninguna notificación oficial de que Chiquita vaya a abandonar el mercado de Nueva Orleans, según el secretario del departamento, Don Pierson.

El portavoz de Chiquita no ha respondido a un mensaje que lo preguntaba.

LaGrange afirma que recibió una respuesta el miércoles por la noche —no sabría decir de quién— de que Chiquita podría estar marchándose, pero que no ha podido contactar por teléfono con ningún representante de la compañía.

Aun así, añade, está recibiendo lo que podría ser un duro golpe después de que las autoridades locales estuvieran casi una década trabajando para volver a reclutar a la empresa en Nueva Orleans, su hogar durante más de setenta años antes de trasladarse a Gulfport, Misisipi, en los años 70.

Un estudio de 2014 de la Universidad Estatal de Luisiana sobre impacto económico previó que el regreso de la compañía a Nueva Orleans podría dar como resultado de 270 a 350 nuevos puestos de trabajo permanentes en la ciudad y un impacto económico total de entre 373 millones y 485 millones de dólares durante 10 años.

Chiquita tenía planeado pasar por el puerto entre 60.000 y 78.000 unidades equivalentes de 20 pies —una medida de capacidad de contenedores— cada año, lo que representa casi un 15% más en el volumen total de contenedores.

El puerto ya ha percibido el impacto de Chiquita en sus cifras totales: el año pasado gestionó una cantidad récord de contenedores, más de medio millón de contenedores de 20 pies, y hasta un 13% más que el año anterior.

En 2015, casi 244.700 toneladas de bananas se exportaron a través del puerto, lo que representa un 2,5% de su tonelaje general total, según el puerto.

Aunque espera una respuesta oficial sobre los planes de Chiquita, LaGrange planea "hacer todo lo posible por continuar extendiendo la alfombra roja y mantenerlos aquí".

Al preguntarle sobre el impacto de la despedida de la compañía, LaGrange afirma que, seguramente, el puerto no podría cumplir sus previsiones de carga para los próximos años.

"Hay otros por ahí que podrían llenar ese hueco", concluye, "pero de ahí a que lo hagan... prefiero pájaro en mano".

Fecha de publicación: