"La idea de plataforma de Don Limón es ser el vínculo energético entre la producción y el sector minorista en mercados remotos y difíciles", explica Andreas Schindler, de Don Limón. "Donde se produzcan las mayores brechas en mentalidad y en distancias entre el sector minorista y la producción, allí estará Don Limón para proporcionar soluciones". Por ese motivo, Schindler señala que, independientemente de lo interconectado y simplificado que se vuelva el mercado, siempre existirá la necesidad de expertos que puedan reunir a los productores y encauzar sus productos a través de canales adecuados y rentables.
Conocimiento y conceptos
"Poseer conocimientos ha cobrado más importancia que poseer tierra", asegura Schindler. "Esto significa algo más que comprar y vender. Estamos asentando conceptos de organización de pequeños productores para que actúen como un único gran proveedor. Estamos estableciendo estándares, poniendo las cosas bajo control y fomentando la confianza para unir muchos pequeños productores y minoristas. Nos hemos convertido en una red de las personas adecuadas para crear un aprovisionamiento transparente y seguro a través de una comunicación excelente con culturas lejanas".
Con un equipo de unas treinta personas, Schindler ha logrado convertir la compañía en un expedidor global con una facturación anual de treinta millones de euros. Su línea de producto está formada por uvas, aguacates y mangos de Perú; uvas, limones, naranjas y pomelos de Sudáfrica; uvas y granadas de la India, y physalis de Colombia. Además, se abastece de cítricos de México, Brasil y Argentina.
Planta de envasado en Honduras
Nuevos posibles productos
Schindler opina que el mayor potencial reside en los boniatos que obtiene de Honduras. "El mercado de exóticos está saturado, pero hemos triunfado en él y hay mucho potencial para los boniatos", apunta. "Distribuimos esos boniatos en europa y vendemos las limas, que también muestran mucho potencial, en Estados Unidos".
Un equipo de expertos forma a un pequeño productor.
Impacto social
Además de un enfoque concienzudo sobre el aspecto minorista del negocio, Schindler indica que la compañía ayuda a las regiones del mundo en vías de desarrollo. "La campaña del Gobierno alemán 'el mundo sin hambre 2013' se convirtió en una parte importante de la estrategia de Don Limón. Se crearon programas de impacto social tanto en la India como en México según los cuales un grupo de expertos técnicos formaba a pequeños productores".
La idea es que, en el proceso de acercar más al mundo, deberían hacerse esfuerzos para garantizar que todas las personas disfruten de los beneficios de un mundo interconectado.
Pequeño productor del proyecto Sequa.
Visión
"Nuestra visión incluye hacer las cosas con un sentido de honestidad y abordarlas con objetivos a largo plazo", continúa Schindler. "Estamos aprendiendo lecciones de la revolución digital y aplicándolas al marketing, a la creación de contactos y a los conocimientos técnicos. En la actualidad, existen muchos más detalles, pero estamos a punto de dominar esa complejidad. A través de ello, queremos dejar huella en todo el mundo".