La sequía y las enfermedades han causado que disminuya la producción de banana en Filipinas, lo cual ha provocado una reacción en cadena que ha hecho dispararse los precios mayoristas de la banana en Japón, puesto que los importadores están teniendo que competir con los productores de otros lugares para obtener acceso a orígenes menos familiares.
Ahora, la fruta se vende a 2.850 yenes (26 $) por caja de 13 kg en el mercado mayorista agrícola en Ota War, Tokio. Japón importó en abril 69.725 toneladas de bananas de Filipinas a un precio medio de 112 yenes por kilo, un 10% más que un año antes. Ese aumento en los precios de importación también ha hecho subir los precios mayoristas, que aumentaron casi un 10% la semana pasada.
Los patrones meteorológicos de El Niño han provocado sequía en la isla de Mindanao, del sur de Filipinas, un centro de producción de bananas. El cultivo también está sufriendo la enfermedad de Panamá. "El suministro es totalmente insuficiente", señala un intermediario del mercado de Ota.
Nuevos orígenes
Ahora, los comerciantes están esforzándose por diversificar sus orígenes para las bananas. Las importaciones de Ecuador, el segundo mayor proveedor de Japón de esta fruta, creció un 2,5 por ciento hasta 14.661 toneladas en abril. Las de Guatemala se elevaron a 1.210 toneladas, 1,5 veces el nivel de un año antes. Aun así, no pudieron compensar totalmente la escasez de Filipinas. Las importaciones totales de banana de Japón bajaron un 7% hasta 87.947 toneladas.
Se desconoce si las bananas de otros orígenes distintos a Filipinas tendrán éxito en Japón. Los minoristas continúan solicitando los cultivos a los que están acostumbrados. Cuando las importaciones de Latinoamérica se dispararon durante un tiempo en 2015, las bananas ecuatorianas tendieron a apilarse en la planta de distribución. "Decidiremos si importar más fruta de Latinoamérica y otros lugares tras estudiar en profundidad el consumo", señala el intermediario mayorista.
Las ofertas principales se están vendiendo actualmente por 200 yenes el racimo en las tiendas, en torno a lo mismo que hace un año. Pero "nos veremos obligados a subir los precios si el suministro baja más", según un representante de un supermercado de Tokio.
La superficie de cultivo de las bananas en Filipinas ha bajado un 20-30% desde 2012, cuando los tifones inundaron varios huertos. Sin embargo, la demanda de fruta está al alza en Oriente Próximo, China y Corea del Sur, lo cual ha aumentado la competencia debido a que el suministro es limitado. Ahora, Japón compra el 30-35% de la producción de Filipinas, en comparación con el 90-95% que compraba antes. Conforme vaya creciendo la demanda global, es probable que los precios también lo hagan, incluso en el largo plazo, señala un representante de una empresa importadora.
Fuente: asia.nikkei.com