No hay ningún producto que dependa tanto de las condiciones meteorológicas como los melones. "En eso, las sandías son aún más extremas, pero hasta los melones estándares necesitan que haga buen tiempo para tener ventas fluidas. Hasta ahora, las constantes condiciones meteorológicas decepcionantes han mantenido bajos los precios de los melones en Países Bajos. Los melones Galia se venden a entre 4 y 5 euros, y los Cantaloupe, a entre 5 y 6 euros", explica Leon van den Hombergh, director comercial de Frankort & Koning.
"La temporada de melones de Almería prácticamente ha terminado, pero Murcia se encuentra actualmente a plena producción. Además, hay oferta de Italia y Francia, y, en estos momentos, Grecia, Hungría e Italia también están entrando en el mercado del melón, de modo que hay mucha oferta", observa Van den Hombergh. "Apenas ha habido problemas en las zonas de producción durante el cultivo, así que estamos recibiendo mucha cantidad. Y el periodo en el que los productores europeos tienen que obtener beneficios se está volviendo cada vez más corto. Por ejemplo, en Brasil ya han vuelto a sembrar. Dentro de unos dos meses, la temporada de ultramar volverá a comenzar a toda máquina".
Aunque se pronostican condiciones meteorológicas más calurosas durante los próximos días, el importador todavía no vende la piel del oso. "El calor es bien recibido, pero si solo dura tres días, su efecto será muy corto. Ya ha habido muchas promociones en los supermercados, pero los clientes no quieren comprar melones cuando solo hay 18 grados. Siempre se tienen las ventas básicas, pero, para un impulso adicional, se necesitan más de 25 grados".
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