Unió de Pagesos ha pedido en Tortosa al delegado del Gobierno de Tierras del Ebro, Xavier Pallarès, y al director de los Servicios Territoriales del Departamento de Agricultura en las Tierras del Ebro, Ferran Grau, que actúen para que los citricultores catalanes puedan acceder a variedades nuevas, sobre todo mandarinas, que les permitan mejorar el acceso al mercado y conseguir un mejor precio de la fruta. El sindicato pide al Departamento de Agricultura que interceda para promover un convenio de colaboración entre el Instituto Valencia de Investigaciones Agrarias (IVIA), otros posibles productores de material vegetal, y el Instituto de Investigación y Tecnología Agrarias (IRTA), que facilite a los citricultores catalanes acceso a las nuevas variedades de cítricos que estén obteniendo estos centros.
El sector de los cítricos ha sufrido en los últimos años una grave crisis de precios, agravada por el veto ruso, y un aumento muy elevado del precio de la energía y de otros factores de producción. Esto ha supuesto, tanto para los productores de naranjas como para los de mandarinas, resultados económicos negativos. Es en este sentido que convenios para la renovación varietal resultarían básicos para que los productores catalanes no queden fuera del mercado.
Con el objetivo de que la citricultura catalana tenga salidas de futuro, Unió de Pagesos presentó a los
representantes del Gobierno otras dos líneas de trabajo que considera prioritarias, las cuales reclaman la implicación y el apoyo de la Administración. La siguiente sería que el Departamento de Agricultura cree y potencie la marca Cítricos Tierras del Ebro Reserva de la Biosfera, lo que conllevaría dar a conocer a los productores interesados por las condiciones de comercialización, de certificación y calidad con la formación y apoyo correspondiente.
La tercera línea de trabajo que el sindicato ha pedido al Gobierno es que vía la Promotora de Exportaciones Agroalimentarias (PRODECA), el Departamento de Agricultura organice sesiones de trabajo en red con el objetivo de poner en contacto agricultores que quieren comercializar la producción con compradores de ámbito de Cataluña. Este paso serviría para establecer nuevos puentes comerciales que faciliten a los agricultores controlar el valor añadido que pueden obtener de sus producciones.