Lo que comenzó como una afición, cultivar kiwano, se ha convertido en un negocio que ofrece semillas de una gran variedad de productos exóticos y que produce y exporta 37 tipos distintos de frutas y hortalizas exóticas. A lo largo de estos 20 años, los propietarios han viajado por todo el mundo (incluso a continentes como Asia y África) para reunir las semillas, y han desarrollado una tecnología que ha permitido desarrollar año tras año cada producto nuevo.
"Hoy en día, nuestros productos se venden en el mercado croata a través de las cadenas minoristas nacionales e internacionales, además de varias tiendas más pequeñas. Actualmente, nuestros esfuerzos van dirigidos a encontrar un socio comercial en el extranjero con el fin de aumentar nuestras exportaciones al mercado de la UE al 90%. A corto plazo, estamos listos para adaptarnos a las nuevas demandas y para organizar una compañía claramente identificada en el mercado europeo. Nuestra experiencia en la manufactura y la tecnología nos da fe en el desarrollo futuro", comparte Martina Perešin Šulog ("princesa" y copropietaria).
Además de al mercado nacional, la compañía envía la mayoría de sus exportaciones a Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Francia, Italia, Austria, Kosovo, Bulgaria, Eslovaquia y Alemania, desde donde se redistribuyen. Sus productos más demandados son la calabaza cacahuete, la calabaza Hokkaido, la calabaza Kabocha, la calabaza Crown Prince, el kiwano, el boniato, la sandía amarilla, el melón coreano, el maracuyá, el chile habanero, el jalapeño, el pepino melón, la baya de Goji, la baya de Mongolia, la baya siberiana, la cereza de Mongolia, el kiwiberry, el cudrang y la hierba limón.
Cultivado en invernaderos, el babaco se encuentra actualmente en temporada en Croacia para el mercado interno. La compañía producirá de 2 a 3 toneladas en 2016 y planea ampliar su producción considerablemente hasta 10.000 toneladas en 2017. El babaco llegó a Croacia hace algunos años y Martina Šulog lo describe como parecido a una banana corta y gruesa de entre 6 y 10 cm; es verde al principio, pero se torna amarillento y después marrón a medida que madura en otoño; además, es muy carnoso y sabe muy parecido a una banana.
Otra fruta exótica que ofrece este año por primera vez es el pawpaw o banano de montaña, nativo de Norteamérica. Plantaron el pawpaw hace cuatro años y este año proporcionará su primera cosecha viable. Šulog afirma que es perfecto para el clima croata porque es una planta muy robusta y capaz de sobrevivir en temperaturas de hasta -30 ºC. También es resistente a las enfermedades, a los insectos y, como no hace falta cortarla en primavera, se produce de forma natural y ecológica. Sus frutas parecen mangos, pero su sabor es similar al de una banana cremosa. Se cultiva actualmente en una hectárea y, dependiendo de la acogida que tenga, hay posibilidades de ampliar la producción 20 hectáreas o más en 2016. Sin embargo, hay muy pocas semillas en este momento, lo que también limita su expansión. La producción de material de plantones y plantas jóvenes injertadas de Exotic Kings se limita actualmente a entre 8.000 y 10.000 plantas, que es menos de la mitad de la demanda actual.
"Una ventaja especial de nuestras frutas y hortalizas tropicales, en comparación con las que proceden de sus lejanos países de origen, es que siempre son frescas; no están expuestas al transporte prolongado y a las numerosas manipulaciones de los productos de camino a su país de destino. Croacia forma parte de la UE y, por su proximidad con el lugar donde se producen, el riesgo de perder los productos por la mala calidad durante el transporte se reduce al mínimo. Además, nuestras frutas son 'ready-to-eat'", concluye Šulog.
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